A la buena de Dios, como dicen de manera coloquial, está el Parque de La Música situado a un costado del Conservatorio de Música en la carrera Primera entre calles Novena y Décima del Centro de Ibagué.
Al recorrerlo se evidencia que las canecas están desfondadas, ninguna sirve; se llevaron dos postes de las luminarias, la pileta que cambiaba con sus luces de colores, ubicada muy cerca de la Sala Alberto Castilla, ahora es un foco de zancudos.
Además, la soledad, inseguridad, los habitantes en condición de calle y hasta personas que visitan el escenario para consumir alucinógenos, son el ‘pan de cada día’.
Es una ‘olla’
Q’HUBO habló con un vecino del parque, quien pidió la reserva de su identidad. Indicó que “la carrera Primera desde la calle 11 hasta el Parque de La Música, eso atrás, en el monte, es el baño público y también escondite de los habitantes de calle. Estamos a merced de los delincuentes porque esto es muy solo y proliferan los llamados ‘locos’”.
Agregó que, “esto de Parque de La Música no tiene nada, está abandonado, no hay cámaras de seguridad, porque hay mucho raponeo; cuando salían los universitarios, los estudiantes del Conservatorio y los profesores, eran víctimas de los delincuentes”.
Incluso, con estupor aseguró que ha visto a parejas sostener relaciones sexuales en la zona verde descuidada que colinda abajo con los barrios Baltazar y Combeima. Precisó que hay ‘cambuches’ y es como si fuera otra ciudad.
¿Qué dice Ibagué Limpia?
El gerente de Ibagué Limpia, Carlos Fernando Uribe Jaramillo, habló con El Nuevo Día y aseguró que el escenario está dentro de los planes de intervención a los parques de la ciudad, aún más, porque hace parte del eje cultural que comprende, entre otros, el Panóptico, Centenario y Parque de Bolívar.
Indicó, que los daños son efecto del vandalismo, que los postes de luz se los roban de manera sistemática y que han desmontado varias luminarias de las piletas.
