El Nevado del Tolima, una joya ambiental que debemos cuidar

Desde el Cañón del Combeima es posible apreciar la belleza e imponencia del Nevado del Tolima. Foto: Archivo El Nuevo Día/Q’Hubo. 

Ubicado entre Ibagué y Anzoátegui, el Nevado del Tolima, conocido en la época precolombina como Montaña Dulima, sitio sagrado de los primeros pobladores de la zona; es considerado como un referente para el montañismo y la escalada a nivel nacional e internacional. Sin embargo, su mayor importancia para Ibagué y el Tolima es de tipo medioambiental. En el Día del Tolima, Q’HUBO le muestra la incalculable importancia de esta joya natural a través de las voces de quienes lo han recorrido. 

Icónico e imponente

Del Nevado del Tolima, se destacan aspectos como su forma cónica, casi perfecta, por la que es comparado con el Cotopaxi en Ecuador. Además de su glaciar, que con los años se ha ido reduciendo de tamaño de manera drástica; el nevado posee un cráter de volcán de aproximadamente 180 metros de diámetro, del que hace poco se conocieron unas imágenes que circularon por redes sociales, y fueron replicadas por medios como El Nuevo Día, y que fueron captadas por el montañista Cristian Alarcón. 

En ellas se observa una fumarola que emana del interior del glaciar, actividad proveniente de una zona poco conocida en la cumbre de la montaña. El Nevado del Tolima es considerado por los expertos en montañismo y quienes realizan ascensos en diferentes cumbres del mundo como una montaña agreste, de difícil ascenso por sus desniveles y la exigencia física que implica el acceso por las diferentes rutas por las que se puede llegar a través de Ibagué, Anzoátegui o el Valle del Cocora. 

Décadas de montañismo

David Bejarano cuenta con varias décadas de experiencia como escalador y guía profesional. Foto: suministrada Instagram David ‘Truman’

David Bejarano, mejor conocido por los montañistas como ‘Truman’, lleva más de tres décadas realizando ascensos a cumbres como el Nevado del Tolima y otros de la región, el país y el extranjero. Además, desde 1985 es guía de alta montaña. “Cuando era niño, visitaba a mis familiares en el Cañón del Combeima y veía una cumbre blanca, diferente a las demás. A los 11 supe que un hermano iba de vacaciones a ese lugar con una ‘gallada’ de Santa Bárbara, donde vivíamos y regresaban con fotos, tocando la nieve”, recuerda.

Posteriormente, cuando cursaba décimo grado, ‘Truman’ se vinculó a la Cruz Roja. Allí conoció a miembros del equipo de salvamento y rescate, quienes iban al nevado de manera profesional. Fue así como entró a formar parte de la Asociación Tolimense de Montañistas, Atme; y comenzó sus ascensos al Nevado, actividad que aún es su pasión. Por eso, actualmente forma parte del Proyecto ‘Siete Cumbres’, que lo ha llevado a escalar montañas de Sudamérica, Norteamérica, África y Asia. 

Respecto a las condiciones e importancia del ‘coloso del Tolima’, David menciona que: “Ha sido la escuela de los escaladores en Colombia cuando se preparan para expediciones en el Himalaya, tanto por su cercanía con Bogotá, como por la exigencia que representa el ascenso. “Eso le da el entrenamiento suficiente a cualquiera. Es como se dice en boxeo, tener el ‘sparring’. Es una montaña muy buena, y más de 5 mil metros ayudan para la condición física”, asegura el experimentado escalador.

Se acaba el glaciar

Las llamativas imágenes de la fumarola en el nevado, captadas por el montañista Cristian Alarcón. Foto: Facebook Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo.

‘Truman’ ha podido observar y denunciar cómo el glaciar del Nevado del Tolima y de otras cumbres como el Santa Isabel han ido retrocediendo con los años. “Al inicio, cuando uno subía por la vertiente sur, el glaciar comenzaba a 4.650 metros, ahora ya está a 5 mil. Eso en toneladas es una cantidad enorme. El agravante es que tiene un efecto de cubo de hielo, se acelera el derretimiento”, afirma con preocupación.

El escalador considera que el Estado y la institución Parques Naturales deberían comprar los predios privados existentes en la zona, ya que la intervención humana ayuda a acelerar el proceso de cambio en los páramos. “Cuando se producen incendios en ese ecosistema, sucede lo mismo que si una esponja se quema, se daña su permeabilidad. Los páramos son como esponjas que absorben el agua. El retroceso del glaciar es inevitable, pero podemos minimizar un poco el impacto sobre los bosques de alta montaña”, afirma.

Para este experimentado guía y montañista, quien también es biólogo, el Nevado del Tolima es un paraíso de flora y fauna digno de resguardar. Por ejemplo, ha estudiado al loro de los nevados, la especie de ave que vive a mayor altitud en el mundo. Considera que más personas deberían visitar este ecosistema, para que así se motiven a ayudar a preservarlo. Siempre y cuando, se asesoren bien, entrenen adecuadamente y contraten a guías profesionales. 

Peluqueando en la nieve

Alex Londoño quedó enamorado del Nevado del Tolima al realizar su primer ascenso y desea continuar sus ascensos. Foto: Facebook. 

Alex Londoño es un joven caleño, residente en Ibagué, dedicado a la barbería y estudiante de Inglés. Recientemente se conocieron unos vídeos en los que muestra su ascenso al Nevado del Tolima, recorrido que llevó a cabo por la ruta de Anzoátegui. Una de las cosas más llamativas de sus vídeos es que en uno de ellos, Alex aparece peluqueando a un compañero de travesía en medio del glaciar de la montaña. Las imágenes fueron compartidas a través de su canal en Youtube. 

“Fue mi primera experiencia en el nevado. Apenas tenga la oportunidad subiré de nuevo. Tengo planeado visitar otros lugares del Tolima y de Colombia para subir contenido a mi canal de Youtube”, indica el deportista, que practica fútbol, karate, gimnasia y ciclismo. Para Alex, quien busca convertirse en creador de contenido sobre lugares y naturaleza; la invitación para las personas es a que conozcan e investiguen, para que se hagan conscientes de la necesidad del cuidado de estos ecosistemas. Así mismo, reitera el llamado  a quienes deseen hacer el ascenso, para ir con guías experimentados. 

DATO:

Se estima que en 1850 el área total del glaciar del Nevado del Tolima era de 8.6 kilómetros cuadrados. Para 1997 ya se había reducido a 1.18; y en 2019 tan solo quedaban 0.55 kilómetros cuadrados de nieve. 

TOME NOTA:

Puede seguir a David Bejarano en su Instagram trumandavid01; y a Alex Londoño, londono7479, o en su canal de Youtube, Alex Londoño- vídeos nevado del Tolima.

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