Margarita María londoño qhuboibague@gmail.com
Motivar, organizar, influir y llevar a cabo acciones para alcanzar objetivos dentro de un grupo es el potencial que desarrolla un verdadero líder. Esta labor puede ser ejercida por quien cuente con la capacidad de guiar personas y procesos de diferentes formas y en distintos medios.
El liderazgo se conoce como la oportunidad de dirigir a otros en determinadas tareas, pero no se puede ser un buen líder sin antes liderar la propia vida.
Hoy en día hay buenos profesionales, aunque se ha perdido la excelencia por la sencilla razón de que no se cuenta con calidad humana, punto fundamental que requiere un individuo dentro de sus competencias laborales. Para ser líder no siempre se debe de ser profesional, hay quienes ejercen muy bien el rol contando con valores y principios básicos para el desempeño.
¿Nace o se hace?
Esta es una pregunta que se hacen las personas, especialmente aquellas que no han visto sus habilidades desarrolladas. La respuesta nos lleva a resaltar que hay patrones heredados genéticamente sin desconocer en ningún momento que nadie nace aprendido, es decir, que cada ser humano por medio de la formación va adquiriendo conocimientos y desarrollando habilidades que le perfilan.
El conocimiento, las destrezas, el aprendizaje y las experiencias, hacen que el líder pueda actuar con sabiduría sobre el terreno en que se encuentra, al fin y al cabo, depende de sus orientaciones que se obtengan los resultados esperados mediante el trabajo en equipo, guiar personas es una responsabilidad que no todos asumen ya sea por miedo, desconocimiento o falta de oportunidades.
Sin embargo, nunca es tarde para reconocer la habilidad de liderar fortaleciendo los aspectos que se requieren y, sobre todo, poniéndolos en práctica desde los pequeños contextos.
Según Brian Tracy, los líderes piensan y hablan de soluciones, en cambio, los seguidores piensan y hablan sobre el problema. Esto no quiere decir que dentro del grupo de seguidores no haya personas capaces de solucionar.
Aunque el líder conozca, muestre y acompañe el camino, también delega responsabilidades y enseña a los demás a cumplir con sus actividades con eficiencia y eficacia.
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Un buen líder cuenta con:
1 Buena comunicación.
2 Habilidades sociales.
3 Influencia positiva en los
demás.
4 Mediación para resolver conflictos.
5 Exigencia consigo mismo
y con su equipo.
6 Responsabilidad,
compromiso y puntualidad.
7 Creatividad e innovación.
8 Autodominio de sus
emociones.
9 Humildad y sencillez.
10 Honestidad y respeto.
11 Persistencia, insistencia y resistencia.
12 Carisma y carácter.
13 Visión con capacidad para alcanzar objetivos.
14 Motivación constante.