IBAGUÉ. En mi recorrido por el Sur de la ciudad, me contaron que más allá del barrio La Isla (por el lado de los moteles) encontraría el barrio Jazmín. Por el nombre, me imaginé un barrio con las vías en buen estado y rodeado de naturaleza.
Sin embargo, no fue así. Aunque sí hay buena vegetación y el clima es bastante fresco, al llegar, la vía principal me dio la bienvenida: el carrito casi se vuelca y para ahorrar tiempo quise seguir por la calle 15 con carrera 36, hacia el barrio Boquerón, pero fue imposible.
Y cómo les parece mis amigos, que por esta vía transitan dos rutas de buseta: la 40, que llega hasta Boquerón, y la 7, cuyo recorrido termina en Jazmín. Jum, la vía está ‘pailas’, ‘pailas’, el polvero y los huecos son impresionantes. Qué lástima seguir contando historias como esta donde los más perjudicados son mis queridos lectores, gente de a pie y los niños.
No ha sido posible. Dialogué con el presidente de la Junta, don Pedro Cortés. Él me contó que el alcantarillado de la 15 con 36 colapsó hace tres años y desde ese momento ha gestionado la obra en la Administración municipal, pero ‘nanay cucas’.
Por ninguna secretaría habría sido posible el cambio y como el barrio tiene acueducto comunitario, el Ibal tampoco ha intervenido.
“Le solicito maquinaria prestada a la Alcaldía y dicen que no tienen disponible. Les pido recebo para, por lo menos, tapar los huecos y tampoco. Mejor dicho, para esta par-te del Sur parece que el Alcalde nos tiene olvidados. Nos sentimos huérfanos”, añadió don Pedro.
El Presidente agregó que la semana pasada le llevaron un recebo regalado desde El Totumo y lo descargaron entre los huecos. De todos modos, transitar por allí es bastante complicado. Cuando hace sol, el polvero es impresionante. Cuando llueve, la vía se convierte en una laguna.
