El fútbol europeo lanzó su batería de sanciones contra Rusia, al día siguiente del ataque del ejército de ese país a Ucrania: la UEFA retiró a San Petersburgo la organización de la final de la Liga de Campeones, el 28 de mayo, y fue reasignada al Stade de France de París.
Poco más de 24 horas después de lo acontecido en territorio ucraniano, la UEFA reunió de urgencia a su comité ejecutivo por videoconferencia desde Nyon para dar una respuesta a la situación.