IBAGUÉ. Ayer los seres queridos de un militar tolimense esperaban el arribo de sus restos mortales a la capital de la República para darle cristiana sepultura. Al parecer, el capitán del Ejército Nacional no quiso vivir más y acabó con su existencia. El caso es investigado por las autoridades pues este habría usado su arma de dotación para atentar contra su humanidad.
Historia. Jhon Ferney Bonilla Villanueva, de 34 años de edad, portaba con orgullo en su uniforme las tres estrellas que lo identificaban dentro del Ejército Nacional como capitán. Y en la actualidad era orgánico del Centro Penitenciario de Alta y Mediana Seguridad de los miembros de la Fuerza Pública que está ubicada al interior del Batallón de Ingenieros Militares General Pedro Nel Ospina de Bello, Antioquia; sin embargo al finalizar esta semana su historia cambió para siempre, pues en medio de hechos que son materia de investigación este presuntamente, le puso fin a su vida.
Bonilla Villanueva fue hallado sobre el piso en el área de polígono, con un impacto en su cabeza, ensangrentado y su fusil de dotación un galil 5.56 al lado de su mano izquierda.
Al sitio llegaron médicos del batallón para prestarle los primeros auxilios. En medio de la angustia, le tomaron sus pulsaciones pero estas cada vez se desvanecían anunciando su muerte.
Sin embargo, de inmediato fue llevado en ambulancia hasta la Clínica del Norte, pero los profesionales de turno no lograron salvarlo, pues arribó sin signos vitales.
Hipótesis. Según publicaron medios nacionales, el militar ibaguereño estaba haciendo polígono en la unidad Biosp 4 y supuestamente, accionó el fusil y la bala afectó el cuello y su cara. Se desconocen los motivos por los que el capitán actuó de esta manera. Sin embargo, el CTI y la Sijín de la Policía Nacional asumieron la investigación con el fin de esclarecer su deceso. Por el momento la Séptima División del Ejército no ha emitido un comunicado a la opinión pública sobre la tragedia que enluta a una familia tolimense.
Su muerte causó conmoción en su tierra natal donde estudió en el colegio militar Inocencio Chincá.
Sus conocidos esperaban el cadáver de Bonilla Villanueva para darle el último adiós aunque en primera instancia las exequias se tenían previstas en Ibagué, la familia tomó la decisión de que se llevarán a cabo mañana en Bogotá. Del mismo modo, en las redes sociales expresaron mensajes de condolencia por su inesperada partida como: ‘Ahora hace parte del ejército celestial’.
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militares han muerto en extrañas circunstancias en Antioquia en este mes.