IBAGUÉ. Juan Camilo Pérez y Raúl, además de compartir los mismos apellidos, también coinciden en la pasión por las motos de alto cilindraje. Cada fin de semana se dedican a pasear en la ‘super nave’ por diferentes ciudades, luego de dejar en orden sus tareas profesionales.
Mientras Camilo es experto en sistemas, Raúl es ingeniero civil. Cada vez que se organizan los encuentros con el club de motociclistas, se cambian sus trajes formales por atuendos oscuros de cuero, haciendo tributo a su Yamaha V Star 1100 c.c.
“Entre semana cada quien con sus labores, y el fin de semana desde que no haya compromisos familiares nos dedicamos a nuestra pasión: Las motos. Desde hace seis años pertenezco a los clubes y de paso mi hermano se está metiendo en este cuento”, explicó Juan Camilo, en entrevista con Q’HUBO.
Los motociclistas provenientes de Bogotá se la gozan con cada encuentro. Además de viajar a tierras tolimenses, como lo en esta oportunidad, también han sido sensación en Bucaramanga y Villavicencio, donde todos quieren fotografiar a su ‘consentida’.
“Cada día uno se va exigiendo más. Mi hermano empezó con una moto pequeña y con esfuerzos y ahorros tiene esta que es más grande y de mayor capacidad”, aseveró Raúl.
Y para no perder la costumbre y el gusto por las dos ruedas, los hermanos Pérez van al compás de sus compañeros en cada ‘rodada’, haciendo rugir las enormes máquinas, llamando la atención de todos donde sea que se parqueen.
