Duro golpe al microtráfico

IBAGUÉ. Nayei Patricia Tuberquia Úsuga y José Luis Lozano Cadena (izquierda) fueron capturados el jueves en la mañana, después de un allanamiento que realizaron agentes del grupo estupefacientes de la Sijín, que hallaron  gran cantidad de canabis.
La inspección a la vivienda ubicada en la manzana C casa 19 del barrio Nuevo Combeima, fue realizada tras una orden de allanamiento emanada el 12 de octubre, por la Fiscal 16 seccional de la Unidad de Reacción Inmediata URI.
Durante el registro los uniformados encontraron en el tercer piso de la vivienda, en el cuarto donde dormía Tuberquia Úsuga con sus dos hijas, dentro de una bolsa negra frente a la cama, una ‘panela’ de marihuana prensada.
La Policía encontró además en la pretina del pantalón de Lozano Cadena una pistola marca Unceta-Guernica, calibre 6.35, con un proveedor.
Tuberquia Úsuga aceptó los cargos por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes que le imputó la delegada Fiscal, y su cuñado Lozano Cadena se allanó a los cargos por tráfico de estupefacientes en su verbo rector ‘transportar’, ‘vender’ y ‘conservar’  y porte ilegal de armas de fuego o municiones.
El Juez Octavo Penal con Función de Control de Garantías le impuso medida de aseguramiento en el complejo carcelario y penitenciario de Picaleña a Lozano Cadena, y a Tuberquia Úsuga le dio el beneficio de detención domiciliaria, atendiendo a la solicitud hecha por la fiscal 19 local de la URI.

AGARRADOS EN EL CENTRO
La Juez Sexta Penal Municipal con Función de Control de Garantías les impuso medida  de aseguramiento en el complejo carcelario y penitenciario de Picaleña a Eider Amézquita Toro y Gabriela Toro Buitrago, quienes fueron capturados en la carrera Tercera, frente a la nomenclatura 10 -15, cuando presuntamente vendían la droga y les encontraron en su poder dos bolsas negras que cargaba la pareja con un peso de 4.946 gramos.
Amézquita Toro y Toro Buitrago fueron capturados cuando trataban de huir al ver a los uniformados, luego de que una señora avisara a la Policía que patrullaba por el sector, que había una mujer y un hombre con las características físicas de la pareja vendiendo basuco.
El delegado fiscal le imputó los cargos por tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, con su verbo rector ‘transportar’, ya que concluye el ente acusador que la pareja se encontraba en el lugar para entregar la sustancia a un tercero. Tía y sobrino no aceptaron los cargos achacados.
Gabriela Toro Buitrago, de 61 años, tiene varias sentencias condenatorias por la misma conducta, una de ellas del 5 de marzo de 2007, a una pena de 3 años, 6 meses y 27 días, emanada por el Juzgado Primero Penal del Circuito, y otra de 2 años de prisión.

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