Solitaria se vio ayer por la mañana la carrera Tercera en el Centro de ‘La Musical’ luego de que personal de la oficina de Espacio Público de la Alcaldía de Ibagué, con apoyo de Migración Colombia y la Policía Metropolitana, efectuara un operativo en la zona.
No obstante, la dicha para los transeúntes duró poco porque en la tarde, cuando se fue la Policía, regresaron los vendedores ambulantes y volvió el desorden.
“Estamos en una ciudad sin ley”
Q’HUBO habló con Jackeline Díaz, líder de los vendedores ambulantes, quien indicó que el “Alcalde ha violado los decretos, tiene que reunirse, sentarse en la mesa con el delegado de Espacio Público, Planeación, la Policía, el Secretario de Gobierno y las Inspecciones y no puede hacer ese operativo, pues tiene que haber un engranaje (articulación)”.
Agregó Díaz que: “Con la cuestión del desempleo, en Navidad llegó mucha gente que no es de Ibagué, pero no ha habido una mesa de trabajo como la había hace 10 o 15 años y no están trabajando como deben trabajar”.
Díaz ha liderado a los vendedores ambulantes para que les respeten la confianza legítima que por años han tenido algunos de los trabajadores informales.
Recordó que en 2011 se firmó un documento en el cual la carrera Tercera, desde la calle Séptima hasta la 19, debe estar desocupada, no pueden haber vendedores, ni tampoco cilindros de gas de 40 libras. “No hemos podido con el ruido de la calle 14 pues la inspección ambiental no se hace presente. Estamos en una ciudad sin ley”.
Asimismo, indicó que en el Centro se establecieron supuestas ‘mafias’ porque hay personas que tienen hasta 10 puestos y hasta 15 empleados, situación que no debe ocurrir, pues ese comerciante tendría recursos para pagar un local comercial. Y afirmó que este tipo de operativos son: “Una pantomima para seguir al más pendejo”.
Por último, dijo que el Gerente de la Gestora Urbana no conoce la ciudad, pues según ella, indicó que en la ciudad había 60 casetas, cuando en realidad existen 214, “no tienen ningún papel, no saben ni qué hay en el espacio público porque no ha habido un cruce de información”.
La plazoleta invadida
Un vendedor ambulante del Centro de Ibagué señaló que, “nadie le pone cuidado a los artesanos, la Plazoleta Darío Echandía se ve hasta el consumo de estupefacientes y bebidas embriagantes. Lo tienen de cagadero y de miadero (sic), nadie le pone orden, ni controla eso”.