La pandemia por el Covid- 19 ha causado que familias pasen por circunstancias difíciles, una de ellas es la separación de los miembros al interior de los hogares. Así le pasó a doña María Antonia Jiménez de Martínez, de 95 años de edad, quien quedó solita y abandonada en un cuarto donde vivía con su hijo, quien fue diagnosticado con el nuevo coronavirus. Luego de conocerse la denuncia, la Alcaldía de Ibagué le restableció sus derechos, sin embargo, ahora vivirá lejos de su pariente.
El mes anterior, se conoció el caso de la adulta mayor que estaba sola en una habitación del cuarto piso de la carrera Cuarta Tamaná número 21 – 29 de Ibagué, cerca de la Plaza de La 21. Su hijo, dio positivo para Covid-19 y lo hospitalizaron en la UCI del Hospital Federico Lleras Acosta. La comunidad alertó a la Policía Metropolitana de Ibagué; sin embargo, estos no podían hacer mayor cosa debido a que requerían atención por parte del Gobierno Municipal.
Este fin de semana la Alcaldía de Ibagué, informó que iniciaron el proceso de restablecimiento de derechos a Jiménez de Martínez. “Ella recibió atención médica integral y fue ingresada al programa de Atención Integral al Adulto Mayor CBA”, informó la Alcaldía en sus redes sociales.
María Antonia ahora vivirá en el Jardín de los Abuelos. Mientras su hijo permaneció hospitalizado, le practicaron la prueba a la anciana y también arrojó positivo por lo anterior, fue aislada.
La adulta mayor estará bajo cuidado de profesionales y el hijo, regresará a su antigua morada sin la presencia de su madre. Aunque doña María estará bien, en su corazón guardará los recuerdos de su relación con el hijo.
Muy querida
Cuando el caso de Doña María Antonia salió a la luz pública, las personas recordaron quién era ella señalando que es muy querida por residentes del barrio El Carmen, dónde vive. Jimenez, durante años fue vendedora de dulces en el sector de Chapinero; sin embargo, el tiempo, quebrantos de salud y las canas le ‘ganaron’ a las ganas de seguir laborando como vendedora ambulante y quedó al cuidado de su ser querido, pero la pandemia tocó las puertas de su hogar. Por lo anterior, pidieron que la Alcaldía le ‘echara un ojito’. Aunque pasaron varios días, los funcionarios de la Administración Local por fin le prestaron atención, para muchas personas su caso se trataba de un derecho.
Hasta estafaron a su nombre
La familia de la señora Jiménez denunció en su momento que hubo personas inescrupulosas que usaron el caso de María Antonia para pedir dinero a su nombre. Con una campaña los ‘vivos’ solicitaban ayuda económica, pero en realidad la plata no era usada para beneficio de la anciana.
Sin embargo, hubo buenos corazones que colaboraron a la familia con la donación de pañales, alimentos y otros elementos no perecederos para Jiménez.