IBAGUÉ. A diario Rubén Vásquez Ricaurte se levanta a eso de las 4:00 de la mañana a bañarse y arreglarse para afrontar su ‘día a día’ en la USI de El Salado, lugar al que llegó hace 20 días “en busca de protección” y con una laceración en una de sus manos, debido a supuestos maltratos que recibió en un ancianato ubicado en la vía a Buenos Aires.
Más datos. ‘Don Rubén’ recuerda que arribó a Ibagué hace un par de años, vivió en algunas pensiones en el centro de la Ciudad y un día las autoridades determinaron que no tenía una residencia fija, por lo que lo condujeron a un hogar de paso en el que estuvo más o menos tres meses y por último llegó al ancianato en mención.
El hombre, de 87 años de edad, aseguró que desde hace mucho tiempo perdió el contacto con su esposa y que sus tres hijos Luis Fernando, Rubén Darío y Luz Marina residen en Bogotá y la última vez que habló con uno de ellos fue hace nueve años aproximadamente.
“Esa vez al mayor de ellos le dio ‘papitis’ porque estaba tomado y resultó en Ibagué, pues vino a saludarme”, recordó el hombre de voz pausada.
Sin contacto. ‘Don Rubén’ va a completar un mes en el centro asistencial, donde se ha sabido ganar el cariño de las enfermeras y el personal médico que lo califica como un “paciente juicioso que no pone problema en lo absoluto”. Aunque la herida en su mano ya sanó, no ha podido abandonar el recinto, pues no tiene un lugar a donde ir, ni un número de contacto o recursos para aventurarse a buscar a sus hijos en la capital de la República.
Quien tenga parentesco o vínculo con los hijos de ‘Don Rubén’ se puede acercar a la Unidad de Salud Intermedia de El Salado.