ESPINAL. La muerte de María Camila Hernández Álvarez, también tocó las puertas del dolor en Espinal, la tierra de su madre y que en época de fiestas y vacaciones, la veía con una gran sonrisa. En esta población lloran su inesperado deceso debido a una creciente súbita ocurrida en un río en Sasaima, Cundinamarca.
Hecho. La joven solo tenía 20 años de edad y era estudiante del programa de medios audiovisuales en el Politécnico Gran Colombiano en Bogotá. Varias veces estuvo en la ‘Tierra de la Tambora’ donde pasó días agradables con su familia, esa misma que hoy no puede creer que ella ya no esté en el ‘mundo terrenal’.
Hernández Álvarez llegó el sábado a Sasaima con un grupo de amigos. Armaron carpas a las orillas del río Dulce, sin imaginarse que estaban ad portas de la muerte.
Varios de sus compañeros se fueron al pueblo, pero la muchacha y otro joven se quedaron para cuidar el camping. Sin embargo, un fuerte aguacero cayó en el lugar. Al parecer, el afluente se creció y de manera súbita el agua se llevó todo lo que encontró a su paso, incluyendo a Hernández Álvarez y su ‘parcero’ Tomás Nossa.
El lunes el cuerpo de la femenina fue hallado a cuatro kilómetros de donde estaban acampando. Los organismos de socorro se encargaron de sacar el cadáver del río Dulce y ayer sus familiares residentes de Espinal viajaron a Bogotá a darle el último adiós.