Dolor por muerte de Anderson

IBAGUÉ. A las 2:30 de la madrugada de ayer los gritos de un hombre pidiendo ayuda despertaron a los residentes de la manzana 65 de la Tercera etapa del barrio Ciudadela Simón Bolívar, frente al Parque de las Jirafas. Era el aviso de una tragedia ocurrida al interior de la casa 11.

Historia. Anderson Yair Rubio Velásquez no quiso vivir más y le puso fin a su existencia cuando en su casa estaban durmiendo.
Uno de los allegados del joven lo encontró suspendido con una sábana en el marco de la habitación donde pernoctaba. Su desespero al verlo sin signos vitales lo llevó a que le pidiera auxilio a sus vecinos quienes bajaron al ‘pelao’.
El cuadrante 27 del CAI del Jardín de la Policía Metropolitana de Ibagué fue alertado del hecho y se desplazó al lugar donde comprobó que el joven había fallecido.
Al parecer, Rubio Velásquez dejó un mensaje a su progenitora y a otro familiar.
Al sitio llegó la necromóvil y los criminalistas realizaron el levantamiento mientras los vecinos no salían del asombro al conocer la noticia, no creían que aquel joven que veían sonriente había tomado aquella decisión.

El muchacho. Anderson Yair Rubio Velásquez vivía en dicha morada con una amiga de su progenitora y el esposo, quien fue la primera persona que se percató del fatal hecho.
Una vez la mamá de Rubio Velásquez, que reside en España, se enteró de la muerte de su hijo, efectuó las diligencias para viajar a Colombia. El joven era conocido en el sector porque trabajaba en lo que le saliera y, presuntamente, estaba alistando papeles para ingresar a la Policía nacional. Las autoridades investigan los motivos que llevaron a ‘Lalito’, como le decían de cariño, a ponerle fin a su vida.

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