Disneylandia París, principal destino turístico privado en Europa, abrió sus puertas este miércoles, con una capacidad limitada, tras cuatro meses de cierre debido a la pandemia de coronavirus.
Acompañados por una música festiva, los primeros visitantes, con mascarillas y a veces con las infaltables diademas con las orejas de Mickey llegaron al parque hacia las 10 de la mañana hora local.
A cuenta gotas, fueron recibidos por Mickey, Pluto o Tic y Tac que bailaban en un estrado, a buena distancia de los visitantes.
«Qué alegría estar a vuestro lado y poder recibirlos de nuevo», declaró Natacha Raflaski, presidenta de Disneylandia París, en una ceremonia sin público realizada poco antes de la apertura de las puertas, y retransmitida en las redes sociales.
Pero el parque de atracciones de Marne-la-Vallée, en la región parisina, no va a recuperar rápidamente la normalidad.
El número de visitantes sigue siendo «limitado» indicó Disneylandia, sin precisar la cantidad.
Las medidas de higiene se han reforzado. Además de la mascarilla obligatoria para todos los visitantes mayores de 11 años, también se impone distancia física en las filas de espera y en las atracciones y se han instalado más de 2.000 puntos de distribución de gel hidroalcohólico.
Tampoco habrá abrazos ni caricias con las mascotas de los personajes de Disney y se ha suspendido por el momento el famoso desfile.
En cuanto al alojamiento, un primer hotel (el Disney’s Newport Bay Club) abrió este miércoles y el resto lo harán a lo largo del verano.
Disneylandia París, primer destino turístico privado en Europa, emplea a 17.000 personas, lo que le convierte en el mayor empleador en un solo lugar en Francia.
A unos kilómetros del parque, en el corazón de París, el tercer piso de la Torre Eiffel, otro destino turístico mayor, también reabrió.
El resto del monumento empezó a recibir visitantes el 25 de junio, pero ahora los turistas pueden visitar a la «Dama de hierro» hasta la cumbre.
