Norma Bejarano
Psicóloga-Sexóloga
«La más abundante etiología de los problemas sexuales, más que de origen médico o psicopatológico, procede de las carencias educativas y de la ignorancia de la función sexual». Masters y Johnson.
Sobre la eyaculación precoz:
«La eyaculación precoz, nos cuenta Massimo Recalcati, […] contradice […] la exigencia del amante de dar placer a su pareja. Ya que la satisfacción de dar satisfacción es un elemento crucial en la dinámica de la relación sexual. La eyaculación se sustrae al control de la voluntad, impidiendo al sujeto llevar a término (con satisfacción tanto suya cómo de su pareja) el acto sexual. El placer se convierte, así, en disgusto, y la alegría en tormento. La descarga orgásmica llega, en efecto, demasiado pronto, hasta el punto en el que el sujeto que debe padecerla la vive como una auténtica desgracia». El más pronto (o más tarde) de la eyaculación no se mide, o no tiene una medida temporal. Lo “rápido» no es necesariamente una dificultad. Lo rápido para un sujeto pueden ser dos, o cuarenta minutos, esto es muy subjetivo. La eyaculación precoz se tomará como «antes de tiempo» en cuanto al grado de satisfacción que el sujeto o, los sujetos perciba(n) en ese lapso de tiempo.
El ámbito de las relaciones
Es en el marco de las relaciones donde la dificultades se producen y se viven. Cuando un sujeto llega a consulta por un problema sexual, lo hace manifestando que, “ha quedado mal”. Pocos o ninguno comenta que a quedado mal consigo mismo al masturbarse. Sexual se le dice a la dificultad (disfunción) que se presenta en una situación donde el sujeto entra en relación con Otro. Es por esto que la mayoría de las consultas son de hombres que sienten que no tienen control sobre su eyaculación cuando sostienen un encuentro en pareja. Así la angustia forma la sensación de insuficiencia; no ser «apto» para el otro.
La incidencia de la mirada del otro resulta importante para entender la eyaculación precoz. «¿Por qué mientras me masturbo no tengo esa presión o ese miedo?» es una pregunta común. Cuando el sujeto se placerea a solas se gobierna tranquilamente. Es la presencia del deseo del otro lo que le perturba. La eyaculación precoz se hace evidente en el sujeto cuando el otro es quien le reclama orgasmos, tiempo, placer, etcétera; o cuando es visto y juzgado por otro. Hay casos en que las parejas se perciben como cuerpos pero no como sujetos con todas las complejidades que esto conlleva.
Los tratamientos:
El problema no es tanto la eficacia y función de la tubería (genital) sino la del deseo. Hasta el momento en la consulta no he visto la necesidad de «engancharle el órgano al deseo». Sino de entrar en la erótica propia de los amantes, en su ars amandi. «En la exploración e insight de los deseos». Porque si bien, los fármacos ayudan a la función, no resuelven la dificultad que además puede tener un contexto mucho más amplio. Más allá del listado de problemas, de lo que se trata es de posibilitar el encuentro y que éstos produzcan satisfacción para ambos. En la terapia sexológica es considerable que intervengan los miembros de la diada. Que intervenga el otro que mira.
Dice Valérie Tasso: «la eyaculación precoz no es un problema mecánico concreto, sino algo derivado (…) de la reconstrucción del concepto que, como ser sexuado, tiene el paciente (los pacientes) de sí mismo(s) «. En el asesoramiento sexológico cada pareja atenderá a su deseo, y desarrollará el arte para «acomodar» la eyaculación a su manera.
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