Dicen estar aislados y solos

Adriana Albarracín asegura que durante la emergencia por la pandemia, no han recibido ayudas del Estado. Foto suministrada.

Adriana Albarracín vive en la vereda Ramos y Astilleros de Ibagué, en el Cañón del Combeima. Tiene cuatro hijos y le ‘pide una mano’ a la Alcaldía, Gobernación y personas solidarias, ya que el aislamiento social por el nuevo coronavirus les ha impedido efectuar las labores del campo y tener así recursos económicos para subsistir. 

“En la finca La Pastoral vivimos 12 familias campesinas. Antes de la pandemia, sobrevivíamos gracias al cultivo de banano, plátano y café, pero la pandemia ha parado todo y no hemos recibido ni un mercado del Estado”, contó la mujer, quien llegó a la vereda hace más de 15 años, desplazada de Roncesvalles.

Sin tabletas

Otro de los inconvenientes por los que atraviesa esta comunidad campesina, es la falta de herramientas tecnológicas para que los niños reciban clases. Según la señora, cada núcleo  familiar tiene apenas un celular, y no en muy buen estado. Por esa razón los estudiantes se deben rotar el uso de los dispositivos. Situación que dificulta el aprendizaje.

“En mi caso, mis dos hijos mayores estudian en el Mariano Melendro y la pequeña, en la escuelita de la vereda. El niño menor aún no estudia. Por ejemplo, el celular que tenemos solo funciona estando conectado a la corriente y esto representa riesgo (…) En la finca viven 10 menores y a ninguno les prestaron tabletas”, reiteró la madre de familia y agricultora. 

Échele gafa 

El presidente de la República, Iván Duque Márquez, explicó que en agosto próximo comenzará el regreso a clases de estudiantes de colegios y universidades, luego de la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus. Añadió que se hará bajo protocolos de seguridad y con un modelo de alternancia.

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