IBAGUÉ. El reverendo Alvaro Quintero Lozano, de la iglesia Apostólica Católica ‘Nuestra Señora de Guadalupe’, ha causado de nuevo revuelo con la ‘misa campal’ a la que ha convocado este domingo en el parque principal del barrio El Refugio I Etapa para celebrar sus 50 años de vida.
El religioso dice que no es un delito lo que está haciendo, ni es nada oscuro, y que los comentarios malintencionados que se han hecho sobre él y el enfrentamiento con la feligresía y el sacerdote de la parroquia, obedecen a envidias por su actividad de anunciar el evangelio y el trabajo pastoral con la comunidad.
El obispo guadalupano Ricardo Morales Gaviria, de la diócesis Buen Pastor – con jurisdicción en el Tolima y sede en el municipio del Líbano – señala que el polémico reverendo es una “rueda suelta” y ha roto comunicación hace más de un año.
“El obispo de Bogotá Fredy Castiblanco lo ungió como sacerdote; lo conozco de vista, tiene actitudes que no son normales, su carácter no es sacerdotal sino de alguien corrido de la teja; si ordenó a un loco es responsabilidad de él”, sostuvo el misionero en diálogo con Q’HUBO.
El padre Belisario Quintero Zuluaga, de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús del barrio Las Ferias, dice que “no hay que ponerle cuidado” porque “no coordina bien las cosas que dice y hace”.
El clérigo recordó que en el seminario lo rechazaron y que le ha llamado la atención en dos ocasiones por estar haciendo eucaristías y “engañando a abuelitos” de la parroquia, atrayéndolos con rifas y tamales.
“La familia de él es bien católica, bien allegada a la parroquia, cuando voy a la casa me rehuye, es alguien que ha venido de arriba para abajo con su locura, no hay que botar corriente donde no se debe”, sostuvo el presbítero.
Las demandas a vecinos
En cuanto a las demandas por injuria contra algunos vecinos alarmados porque se pone sotana, da la comunión e impone la cruz de ceniza “burlándose de Dios”, el reverendo afirma que alguien que “se la pasa en ‘Calle Caliente’ como Pedro Acero” es muy poco lo que puede decir y que Camilo Ramírez, presidente de la Junta de El Refugio II Etapa, “es un chismoso que raja de todo el mundo”.
Fernando Usme, secretario de la Junta de El Refugio I Etapa, dice que el único mal que hace Alvaro Quintero es colaborarle a la gente, aconsejar a ladrones y viciosos del barrio, y divertir a los vecinos bailando salsa, pero no con sotana como se ha tergiversado.
“La felicidad de él es ayudar a los necesitados, no tengo quejas del señor, la gente se burla, pero con él trabajan personas cuerdas como el maestro Teleterio y el ex diputado Ángel Marín”, puntualizó el dirigente comunal.
La eucaristía a la que está invitando el domingo a las 12:00 del día por su cumpleaños promete estar de alquilar balcón, pues el reverendo anunció que le va a cantar la tabla a más de uno.
