IBAGUÉ. Unos tatuajes en el brazo izquierdo fueron el motivo por el que Danilo Esteban Barbosa,no continuó sus estudios de auxiliar de enfermería en el Instituto Nacional de Técnicas, Intecs, al sentir discriminación por parte de una de las docentes.
“La profesora Marina Antonia Vivehe dijo que los tatuajes debería de quitármelos, y que si ella fuera usuaria no se dejaría atender porque le daría miedo”, dijo Barbosa en entrevista con Q’HUBO.
“Por respeto nunca le dije nada, y si yo me hago quitar los tatuajes es muy costoso y no tengo el dinero”, agregó.
El estudiante denunció que la docente en repetidas ocasiones comentaba de los dibujos, sin entender las razones: “Cuando me matriculé nadie me dijo que eran prohibidos. Tenía ‘piercing’ y expansiones y las guardé”, recalcó Danilo.
Danilo Esteban, argumentó no querer regresar a la institución, pues le preocupa sentir discriminación y acciones algunas acciones en su contra, por lo que solicitó reintegro por parte del Intecs, del dinero invertido.
“Mi hijo dejó de trabajar por estudiar. Pagamos parte de la matrícula, dinero en fotocopias, uniformes y algunos aparatos que exigían”, concluyó Flor Isabel Amorocho, madre de Danilo.
“No estoy en contra”
Hernán Sánchez, director del Instituto Nacional de Técnicas, Intecs, dijo a través de Q’HUBO que no está en contra de los tatuajes y que “el alumno tiene las puertas abiertas para continuar con sus estudios”.
De la misma manera aclaró que de acuerdo con indagaciones que se hicieron con los compañeros, se conoció que a Danilo no le interesaba seguir estudiando, ya que la motivación que tenía era su abuela, quien falleció hace pocos días.
“Él tiene toda la libertad de venir porque tiene unos derechos y deberes. Los tatuajes son una forma de expresión y son respetables”, puntualizó el director.