Los centenarios como modelos de estudio por la disminución de probabilidades de padecer enfermedades autoinmunes o cáncer; los avances frente al Alzheimer, guerra que vamos perdiendo en Colombia y los cambios que se deben realizar frente al crecimiento de la expectativa de vida, fueron algunos de los temas tratados.
El sueño que por años alimentó la humanidad de prolongar los años de vida es ya una realidad en el mundo con el aumento en la expectativa de vida. Pero llegó acompañado de grandes desafíos que se deben empezar a plantear también como oportunidades, tema que se trató en el foro Longevidad y Centenarios, oportunidad del siglo XXI que se realizó en la sede de la Academia Nacional de Medicina.
El encuentro en Bogotá, organizado por Coosalud EPS y su Centro de Investigación e Innovación en salud, CIISA, en asocio con la academia, planteó temas de relevancia como el envejecimiento de la población y sus consecuencias, la transformación de la sociedad frente a esa realidad para crear y brindar las condiciones adecuadas para atender las necesidades de esta población creciente y dar un vistazo a la población de personas mayores de cien años y cómo su condición plantea nuevos enfoques para la ciencia médica, entre otros.
“Los conferencistas no solo nos compartieron su conocimiento, sino que nos abrieron nuevas vías de investigación, se estrecharon lazos de colaboración y se generaron algunos proyectos conjuntos en el tema de los centenarios, que son la fuente de información más valiosa para entender los mecanismos de salud, de bienestar y de longevidad”, sostuvo Juan Manuel Anaya Cabrera, director del CIISA.
Anaya resaltó el papel de Coosalud EPS en la coyuntura actual del sistema de salud a través de su presidente Jaime González, con la iniciativa de apoyar, generar y construir un centro de investigación en salud que brinde nuevo conocimiento a nivel nacional y global, aportando a la comunidad científica nacional y a la sociedad civil, en la generación de nuevo conocimiento y estrechando lazos dentro de la comunidad científica y académica.
“Creo que el lanzamiento de la cohorte Coolcen -acrónimo de Coosalud, Colombia y Centenarios- es una buena noticia para el país, porque es un trabajo de investigación basado en la ciencia abierta, es decir, en la que todos los miembros de la comunidad científica pueden participar. Tenemos una página abierta al público en la que podemos interactuar, además lanzamos dos diplomados, uno en investigación en salud que es el primero en Colombia, y otro en Longevidad, de tal manera que estamos haciendo academia en el sentido estricto de la palabra, que es difundir conocimiento basado en la evidencia”.
El foro contó con un invitado especial, el Dr. Francisco Lopera, recientemente galardonado con el premio Potenkim, otorgado por la Academia Americana de Neurología en Estados Unidos, considerado como el ‘Nobel’ de la investigación sobre el Alzheimer y las enfermedades neurodegenerativas a nivel mundial,por su trabajo de investigación durante más de 40 años.
Lopera expuso algunos de los aspectos más importantes sobre los hallazgos del Alzheimer, su distribución en el país y el trabajo realizado con población en Antioquia, pero dejó un mensaje de alerta y llamado a la acción.
“En Colombia hoy estamos perdiendo la batalla contra esta enfermedad y no se está tan bien como se podría pensar, a pesar de los avances en su estudio. Lo más importante ahora es controlar los 12 factores de riesgo del Alzheimer y las demencias, lo que no se está haciendo en el país ni en la mayoría de los países en vías de desarrollo”.
Según el experto ya se debería haber implementado el control de esos factores modificables, como se está haciendo en los países desarrollados, reduciendo la prevalencia de las demencias. “Eso control es preventivo. Controlando esos 12 factores se pueden reducir en un 40 por ciento las demencias”. Además, se refirió a la importancia de intentar retrasar cinco años el inicio de los síntomas para bajar en un 50 por ciento la prevalencia y el costo que representa la enfermedad.
Mientras se logra avanzar en esto y otros temas frente al Alzheimer, el investigador recalcó la importancia de que las personas traten de retrasar su avance practicando hábitos simples: ejercicio físico diario, dormir bien, dieta saludable, reducción del estrés y evitando el aislamiento.
Y destacó la importancia de encuentros como el foro sobre longevidad “porque educan a todo el gremio médico sobre su estudio y este, especialmente enfocado en los centenarios, porque creo que son personas que tienen muchos secretos para la cura del Alzheimer, enfermedades neurodegenerativas y muchas otras”.
Respetados por el cáncer
Ejemplo de lo que afirma Lopera, quedó en evidencia con la exposición de otro de los conferencistas, el Dr. Andrés Cardona, oncólogo y director científico del CETIC, Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer, quien señaló la paradoja de que a las personas mayores de cien años prácticamente nos les dan enfermedades autoinmunes ni cáncer.
Aseguró que uno de cada tres a cuatro niños nacidos en el año 2000 llegará a los 100 años y que el primer motivo de mortalidad en los países de ingresos altos en la actualidad es el cáncer, lo que quiere decir que en el proceso evolutivo de la humanidad probablemente en buena proporción nos moriremos de cáncer 1 de cada 6. “Esa realidad cambia significativamente cuando se habla de centenarios”, aclaró.
“La relación de tener cáncer después de los 90 a 100 años, es más o menos alrededor del 4 al 6 por ciento, bastante menos de lo que ocurre entre los 50 y los 75 a 80 años, momento en que la probabilidad excede incluso por encima del 40 a 45 por ciento. Asegura que, en los pacientes con más de 90 años, el cáncer es apenas la cuarta causa de mortalidad.
“Lo que todos conocemos como cánceres asociados a generación, especialmente por exposición a virus, funcionan como motores primarios en la generación de la enfermedad en cáncer de cervix, de cavidad oral, el virus del papiloma humano por decir algo, declinan en forma significativa en pacientes en este rango de edad y a los 100 años es prácticamente inexistente” y añadió que, incluso desde la perspectiva biológica, hay una especie de freno natural de la genómica evolutiva de la enfermedad.
Además, destacó que los centenarios no son muy sensibles a las terapias hormonales y con quimioterapia, tienen mejor tolerancia a la mayoría de los síntomas que generan y una mejor supervivencia y cómo en ellos las células tumorales se replican mucho más lento. “Son el perfecto modelo natural para mirar cómo ayudar a frenar esa evolución de la enfermedad”.
Se envejece desde que se nace
El foro ratificó que el perfil epidemiológico y demográfico del país y el mundo está cambiando y el envejecimiento es uno de los temas de mayor importancia de salud pública que no se ha abordado. Cada vez son más las familias con menos de tres personas por hogar, al tiempo que los nacimientos han ido disminuyendo progresivamente, además de que hay una mayor expectativa de vida.
Todo esto hace que incluso discusiones como el aumento de la edad de pensión sean ineludibles, según los expertos.
Para la médica geriatra Sandra Castelblanco, la longevidad se debe empezar a ver más como una oportunidad que como un problema, “porque aborda factores muy importantes que no van solo desde lo genético y lo inmunológico, sino que incluyen la estructura social, la influencia ambiental, la genética, los conceptos propios clínicos e incluso la resiliencia y la resistencia frente a circunstancias de estrés”.
Sostiene que la infraestructura tiene que avanzar y adaptarse para acoger a la población más longeva. Frente a esto la iniciativa global de la OMS ha planteado la Década del envejecimiento saludable para hacer consciente a la humanidad de que estamos envejeciendo, para prepararnos para abordar el envejecimiento ahora, pero también para envejecer adecuadamente.
“Hay que pensar en las personas mayores no como una carga para el sistema económico sino como una oportunidad que se ve influida por factores geográficos, económicos, demográficos, clínicos, tecnológicos y por la transformación digital. En cada uno va a haber grandes desarrollos que nos van a llevar a incluir a las personas mayores dentro del rol social”. Y dejó una reflexión: “el envejecimiento no comienza cuando se es viejo, es un proceso fisiológico que nos acompaña toda la vida, desde que nacemos. Y por eso los cambios deben ser desde ya, desde la pediatría hasta la geriatría”.