IBAGUÉ. Gran sorpresa se llevaron ayer los comerciantes que trabajan en la Plaza de Mercado de El Salado por la presencia del personal de la Secretaría de Salud, Policía y el director de Espacio Público, Carlos Hoyos.
Con el operativo se inició el proceso de reubicación de los vendedores del antiguo centro mayorista del popular barrio.
La jornada. Los funcionarios llegaron en dos camiones y levantaron las carpas de los vendedores de lechona, tamales y otros platos tradicionales.
“Se recuperó el espacio público porque sobre el andén colocaban unas carpas y el peatón tenía que bajarse a la vía arriesgando su vida”, explicó Hoyos.
Y dejó claro que “los vendedores deben de reubicarse en la nueva Plaza de Mercado que fue diseñada para eso y es muy triste ver una estructura tan impecable en donde pueden hacer su actividad con todas las normas y no en esas condiciones que no son las mejores en cuanto a salubridad corresponde”.
Durante la acción, los funcionarios llevaron personal y vehículos para ayudar a trasladar los elementos propiedad de los comerciantes.
“Infortunadamente las comidas y carnicerías no cumplen con los temas de salubridad y seguramente se harán los sellamientos preventivos hasta que cumplan, y si no cumplen, se hará el cierre definitivo”, advirtió Hoyos.
El proyecto. Según Hoyos, el proyecto que tiene la Alcaldía es que el espacio que fue despejado se convierta en la carta de presentación de El Salado y el primer paso del Pueblito Tolimense.
Para ello, se pretende construir una plazoleta de comidas con una franja comercial.
Los comerciantes. No están de acuerdo. Dicen que el terreno en donde están es privado y si se van al nuevo centro mayorista deberán pagar una administración o arriendo para vender los productos.
“Hicieron un centro de reubicación que no es plaza de mercado, pero le metieron ‘el mico’ con el fin de recoger $24 millones que cuesta la administración allí”, argumentó el líder y comerciante Orlando Vargas Aldana.
Es de recordar, que en el espacio de la vieja plaza trabajan cerca de 80 personas.
“Esta tierra la donó a nuestros parientes el señor Jesús Antonio Díaz, quien fue el dueño de todo esto”, puntualizó el ciudadano.