IBAGUÉ. El 22 de junio del 2015 un accidente de tránsito le cambió la vida a Raúl Reinoso Sánchez, uniformado del Ejército, que en cumplimiento de su labor fue arrollado por una camioneta en La Guajira. Al parecer el hombre tuvo múltiples fracturas en la pierna izquierda y fue intervenido en tres ocasiones en el hospital San Rafael de San Juan del Cesar. Sin embargo sus familiares denunciaron que la institución no le garantizó un tratamiento completo para superar las secuelas del hecho.
Recuperación. Máryury Benavides, esposa del hombre, indicó que la primera etapa de la recuperación la cumplió entre su vivienda de Hatonuevo y el dispensario médico del batallón, donde pretendieron que cumpliera su incapacidad completa.
“De repente le llegó una notificación que debía presentarse en Tolemaida porque aparecía como ausente, ya que él solicitó un traslado días antes del accidente”, señaló Benavides.
Supuestamente Raúl se presentó ante su superior que lo puso a trabajar en el batallón, pues no le habría importado la incapacidad, los tratamientos y su salud.
Su esposa agregó que también fue sometido a una violencia verbal y psicológica de parte de sus compañeros y superiores por la condición de su pierna, lo cual repercutió negativamente.
“Él inició un proceso de psiquiatría por los traumas que le generó el accidente y el rechazo de sus superiores. En las noches se levanta asustado, dice que ve cosas y por momentos es altanero con la familia.”, agregó la mujer.
El hombre abandonó Toleimaida en agosto y fue recluido como paciente psiquiátrico en el Federico Lleras de Ibagué por cerca de dos meses, debido a las secuelas del aparente maltrato en Melgar, y en la actualidad tiene una incapacidad que es renovada periódicamente por el psicólogo que lleva su caso.
No le pagaron. La familia del paciente interpuso una acción de tutela en contra del Ejército Nacional, pues el mes pasado no le consignaron el sueldo a Reinoso Sánchez, pues en la institución al parecer habrían desconocido su actual incapacidad, vigente hasta el 2 de abril, y adujeron una supuesta evasión de su cargo.
“Estamos pasando necesidades porque dependemos de su sueldo, pagamos arriendo y servicios. El sargento Edilberto Alarcón Hernández nos ha indicado que si necesitamos el sueldo nos toca ir personalmente a Tolemaida pero eso es imposible porque mi esposo permanece medicado y en una cama”, finalizó.