IBAGUÉ. La alegría con la que amanecía todos los días Keira Julieth Robayo se fue apagando desde el pasado sábado. La pequeña de dos meses de nacida presentó problemas de salud y no podía evacuar sus necesidades fisiológicas.
Desde ese día empezaron a viajar desde la vereda Caimital, de San Luis, hasta el Hospital Serafín Montaña Cuéllar, del municipio de la localidad. Con supositorios y otros elementos lograban que la menor defecara, pero no lograba calmar a la bebé, quien lloraba todas las noches.
“Le ordenaron unos exámenes pero no quisieron decirnos el resultado y nos enviaban para la casa cada vez que íbamos”, dijo Lilia Ruby Lozano Vargas, la progenitora.
A pesar de la insistencia para que la bebé fuera remitida a otro hospital y pedir exámenes más especializados, Lozano Vargas indicó que le fueron negado estos servicios: “El martes en la mañana ya la vimos morada, mi papá vio que ella se estiró y se encogió y quedo inmóvil, no respiraba. La llevamos al hospital y dijeron que ella no tenía nada”, dijo.
Fue entonces cuando salieron en una moto hacia el corregimiento de Payandé y allí se subieron a un bus y la llevaron al Hospital Federico Lleras Acosta, donde finalmente falleció a las 11:00 de la noche.
“En la Fiscalía nos recomendaron iniciar una denuncia porque eso es una negligencia médica, porque ellos no le pusieron cuidado a mi pequeñita”, afirmó.
El personero de San Luis, Jesús Ariel Lozano, entró a investigar el caso y a recolectar evidencia para hacer la denuncia respectiva.