Habitantes del barrio Arboleda del Campestre, ubicado en la comuna Nueve, denunciaron demoras en la construcción de un megacolegio. La construcción está sin obreros y la maleza crece cada día más.
Éver Contreras Quintero desde hace cuatro años vive con su familia en la Arboleda del Campestre. Desde ese momento, le ha solicitado a la Administración municipal espacios educativos y de recreación para los menores de edad del sector, conformado por más de 10 conjuntos residenciales. Sin embargo, a la fecha el colegio que han prometido los diferentes gobiernos locales está a medias.
El habitante del barrio y un grupo de personas han recogido firmas para solicitar el desarrollo de las obras de la nueva sede del colegio José Joaquín Flórez Hernández, debido a que en la actualidad está “rodeado de la maleza y la infraestructura está al sol y al agua. Al parecer, sin dolientes, ni Alcalde, ni Secretaría de educación”, destacó Contreras Quintero.
En la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo, los residentes pasaron una solicitud con más de 500 firmas en la que pedían la construcción de una institución educativa debido a que es un sector apartado de la ciudad y no hay colegios públicos.
“Sentíamos que le estaban vulnerando a nuestros hijos los derechos fundamentales como el de la educación y al esparcimiento en un ambiente sano. Desde 2017 estoy en esa batalla. Las obras se iniciaron, pero ahora la infraestructura del colegio se la está comiendo el monte. No se ve que le pongan la mirada al proyecto que Jaramillo prometió construir y entregar durante su administración, pero que no fue así”, agregó Contreras.
En 2019, una vez más la comunidad se reunió para revisar posibles soluciones. En esa ocasión estuvieron el Personero Municipal, un arquitecto de la Secretaría de Educación y otros funcionarios encargados de la construcción, quienes les señalaron a los habitantes de la zona que no se preocuparan porque el avance iba en un 60 por ciento y que el presupuesto destinado para la institución educativa en la Arboleda del Campestre estaba en una fiducia.
“Pero va para un año que suspendieron obras. Es decir que si el otro año se normaliza la situación de la pandemia y nuestros hijos vuelven a clases presenciales, después de cuatro años, no cuentan con una institución educativa”, afirmó el denunciante.
El proyecto
En julio de 2017 la entonces Alcaldía de Jaramillo anunció que la construcción de la nueva sede del colegio José Joaquín Flórez Hernández tendría una inversión de $6.966 millones. Las obras estaban planeadas para iniciar en agosto de ese año y su ejecución sería por ocho meses, es decir que las entregarían en julio del 2018. Sin embargo, han pasado dos años y aún no las terminan, pese a que es un proyecto avalado por el Fondo Financiero de Infraestructura Educativa (Ffie), entidad adscrita al Ministerio de Educación Nacional.
La institución educativa que beneficiará a 960 estudiantes tiene un área aproximada de 10 mil metros cuadrados en los que construirán cuatro aulas de preescolar, dos aulas básicas, dos laboratorios, un aula polivalente; aula de tecnologías y múltiple; biblioteca, zona administrativa, dos canchas múltiples, área de servicios, comedor y un aula de expresión artística.
En su momento Luis Alejandro Ángel, quien fungía como director Administrativo de la Secretaría de Educación, señaló que el proyecto se adelantaba con 140 mil millones de pesos que la Administración gestionó con el Ministerio y el empréstito de $60 mil millones que autorizó el Concejo.
Respuesta de la Administración
Q’HUBO consultó a la Secretaría de Educación sobre el estado actual del proceso de construcción del megacolegio. La cartera indicó que las obras están suspendidas: “Se le aplicó Terminación Anticipada por Incumplimiento – TAI al contratista, es decir, en este momento se encuentra en reasignación de contratista por parte del Fondo de Financiamiento de Infraestructura Educativa, el cual pertenece al Ministerio de Educación, más o menos se reinicia en octubre o noviembre próximos”.
Respecto a la culminación de las obras, señaló que una vez se reasigne el nuevo contratista se evaluará la fecha de entrega.
