Aún no se cumplen cuatro meses desde que el entonces ministro de Vivienda, Camilo Sánchez Ortega, junto al alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo, y el gerente del Ibal, José Alberto Girón, con bombos y platillos hicieron la entrega de las nuevas obras de la bocatoma Cay, inversión que superó los cuatro mil 398 millones de pesos.
“Con el acueducto de Cay vinieron y nos prometieron que nos iban a dejar bien los pavimentos, rompieron y dejaron una cantidad de fugas en la tubería del acueducto. Hicieron la entrega de la parte de arriba (Coqueta) pero acá (en la carrera 4 Sur) la dejaron así. Le ponen agua y se comienza a salir por las campanas de los tubos y al no haberle echado un relleno pisado como debe ser y un afirmado, sino que le echaron la misma tierra que se había sacado, el terreno se resume y los tubos se levantan, por ahí viene el escape que se va hacia las casas que están ubicadas abajo”, denunció Inocencio Cubides, habitante del sector.