REDACCIÓN Q’HUBO/qhuboibague@gmail.com
Juan Carlos Rodríguez, quien labora como vigilante pero que está desempleado, contó que en menos de 30 días fue víctima dos veces de la delincuencia en Ibagué. La modalidad utilizada por los ladrones fue el raponazo. Lo hurtado fueron dos teléfonos celulares, uno estaba recién comprado.
La ‘mala racha’ para el ciudadano, residente en el barrio 20 de Julio, inició a principio de año cuando su madre enfermó y la hospitalizaron en la Unidad de Cuidado Intensivo, UCI, de la Clínica Ibagué.
“El primer robo ocurrió el 27 de enero anterior cuando estaba recostado a un poste frente a las urgencias de la Clínica. Estaba triste, angustiado, y precisamente le estaba escribiendo, vía Whatsapp, a un hermano que me estaba preguntando por el estado de salud de mi madre. Repentinamente pasó un hombre en una moto y me quitó el celular”, dijo.
Agregó que gritó y corrió detrás del rodante, pero el pillo bajó por toda la carrera Sexta y se perdió. Don Juan Carlos indaga y los comerciantes del sector le contaron que días antes, al parecer el mismo sujeto le había robado el teléfono a otro señor. En esa oportunidad siguió derecho y escapó por la calle 12 con Guabinal.
“Me faltaba por pagar 100 mil pesos y me tocó endeudarme con un nuevo móvil que me costó 900 mil pesos”, indicó.
Sin embargo, el pasado 21 de febrero, cerca del Hospital Federico Lleras, sede La Francia, el hombre volvió a caer en las garras de la delincuencia. “Esta vez iba caminando con un hermano. Estábamos buscando una cafetería, íbamos acongojados porque mi madre falleció. De repente, otro ladrón también en moto, me quitó el celular nuevo. Ambos casos están denunciados ante las autoridades. El ladrón cogió hacia el San Bonifacio y aunque también corrimos, nos recomendaron que nos metieramos por allá”, puntualizó.