IBAGUÉ. La difícil situación económica en el País, la falta de oportunidades laborales o el nulo acceso que tienen muchas personas reportadas en ‘datacrédito’ para solicitar un préstamo a una entidad financiera legal, facilitan que incautos caigan en las redes de los ‘gota a gota’, quienes ofrecen dinero rápido y sin papeleo a cambio de cuotas muy pequeñas, pero con intereses exorbitantes.
Historia. En septiembre de 2018, una empleada independiente acudió a un ‘gota a gota’ para invertir en su negocio de confecciones. La idea era adquirir materia prima para elaborar disfraces con el fin de recibir una buena ganancia durante octubre. “No tuve otra salida ya que fui reportada a las centrales de crédito por mora en la factura de un celular. Una vecina me comentó de esa opción y con mi documento de identidad, más una letra, solicité dos millones de pesos que empecé a pagar al día siguiente con cuotas de 80 mil pesos diarios y un seguro que también cancelé por el mismo valor. Pensé que sería fácil porque confiaba en que todo me saldría bien en el trabajo y las cuotas parecían cómodas”, le dijo a Q’HUBO, María*. Esta mujer trabajadora firmó un pacto silencioso con ‘el diablo’ llevada por la desesperación, la angustia y la frustración, que luego de cinco meses, aún la persigue.
“Me vi alcanzada y encontré una supuesta solución con ellos mismos. Me volvieron a prestar y me endeudé dos veces más para pagarles. Ahora recogen 320 mil pesos diarios para cubrir los seis millones que completé”, sostuvo la víctima.
¿Cómo funciona? Los ‘gota a gota’ prestan a un interés del 20 por ciento mensual sobre el valor solicitado, más el interés sobre interés en caso de que el deudor se atrase en una cuota. Así las cosas, las víctimas deben cancelar más del doble. En un análisis del portal Finanzas Personales, se determinó lo siguiente: si por un año, le prestan un millón 500 mil pesos con una tasa de interés sobre la deuda de 20% mensual, terminaría pagando de cuota mensual cercana a los $337.897. Al final terminará entregando más de cuatro millones de pesos por el crédito, pero en sólo intereses, más de dos millones 500 mil pesos. Esto, solamente, si su ‘gota a gota’ le cobra mensual.
Si es diario, resulta mucho peor y todo se complica más en caso de un retraso. En cambio, si pide el crédito con una entidad financiera (sea un banco, cooperativa o fondo de empleados), con una tasa mensual del 2%, usted paga cada mes $141.839, y en total, por concepto de intereses, el monto sería de $202.073. Al final, pagaría un poco más de millón 700 mil pesos por el total del crédito.
Dura realidad. María hace parte de los centenares de ibaguereños que sufren un ‘calvario’ a causa de los insultos, amenazas, depresión, enfermedad, entre otras situaciones que desencadenan estas deudas informales. “Esto no es vida y se convierte en una pesadilla de la que estoy saliendo con la fe que tengo en Dios. Solo quienes estamos en esta situación entendemos lo difícil que es sobrellevarla, pero no es imposible y es ahí donde uno debe aferrarse a las motivaciones para seguir hacia adelante”, refirió la afectada.
El acoso. La víctima narró que los cobradores llegan de a dos y en una oportunidad, cuando estaba en un centro médico por la enfermedad que sufre su progenitora, estos hombres la insultaron delante de otras personas porque no tenía el dinero completo. Además, han golpeado a patadas su puerta, roto los vidrios de la vivienda, la han amenazado, ejercen presión por vía telefónica, entre otras acciones que la desestabilizan.
“Uno no puede quedar debiendo ni 10 mil pesos. Les he suplicado que me den plazo porque tengo a mi mamá muy enferma, pero a ellos no les importa. He tenido que vender los electrodomésticos de mi casa, pedir prestado a varias personas, triplicar mis jornadas laborales y una infinidad de cosas para cumplirles”, reveló *María, a quien le faltaban alrededor de tres meses para quedar a ‘paz y salvo’ cuando se efectuó esta entrevista.
RECUADRO
¿Y las autoridades? Esta modalidad de préstamos tiene décadas de existencia y es legal en muchos países. En Colombia se le atribuye la operación a personas involucradas con el microtráfico, hurto y crimen organizado. En la Fiscalía General de la Nación Seccional Tolima, apenas existen 18 noticias criminales por el delito de Usura (Oficina de Prensa no precisó de qué periodo), las cuales son investigadas por las diferentes autoridades, pero es un bajo número en comparación con todos los casos que existen.
¿Y las denuncias? Pese a que en el papel la Ley respalda a las víctimas, los afectados en su mayoría guardan silencio por temor a represalias y porque no consideran que pueda generarse una acción de protección a su favor. “Estas personas amedrentan diciendo que es peor si uno denuncia. Además, conozco casos en los que se informa a las autoridades cuando estas personas atentan contra el patrimonio, pero de nada sirve porque la Policía no actúa”, mencionó la fuente.
¿Hay solución? El acoso a los que se ven sometidas las víctimas de este delito ha impulsado a muchas personas a terminar con su vida con tal de ‘liberarse’ del asedio, incluso otros afectados optan por huir de su lugar de residencia y dejar todo con tal de no sufrir más. “La Alcaldía o los entes gubernamentales deberían gestionar un plan financiero para las personas de escasos recursos. Así como hay beneficios para las personas desplazadas, las madres cabezas de familia y otros programas, se debería impulsar un banco comunitario para las personas trabajadoras que no pueden acceder a créditos bancarios. Creo que una inversión en este tipo de alternativas no solo contribuiría a ‘sepultar’ este sistema, sino que promovería el emprendimiento, las oportunidades y disminuiría sin duda alguna el índice de personas que deciden terminar con su vida por las deudas”, indicó María.
Préstamos son ilegales. Esta modalidad de préstamo está contemplada en el delito de usura, el cual se establece en el artículo 472 del Código Penal. Allí, se describe que se incurre en la infracción cuando se cobran intereses por encima de los autorizados por la ley.
*Su nombre fue cambiado por seguridad.
