La 21 es la plaza de mercado más importante y concurrida de Ibagué. Sirve como centro de acopio de la mayoría de alimentos que ingresan a diario a la ciudad para ser distribuidos a través de diferentes canales.
Tenderos, comerciantes, propietarios de restaurantes y amas de casa saben que en este lugar pueden encontrar la remesa fresca y a precios justos para su negocio u hogar.
Solo es ingresar a la plaza y sentir el ambiente y aroma a campo, ese que es cultivado por nuestros campesinos en corregimientos y veredas de laderas verdes y fértiles.
Como parte del cumpleaños de Ibagué, resaltamos la labor de estos comerciantes que se esfuerzan para llevar alimentos de calidad a los habitantes de la ‘Ciudad Musical’.
De regreso a la plaza
De un tiempo para acá los clientes que frecuentaban La 21 se han ido alejando debido a distintos problemas, situación que preocupa a las personas que viven de las ventas en esta plaza, pues cada día es más difícil conseguir el dinero del diario.
La escasez de compradores, según contó una vendedora de frutas en la esquina de la calle 21, obedece a los casos de inseguridad que se registran en el sector, al consumo de drogas y a la disposición inadecuada de basuras que generan malos olores y atraen insectos y roedores.
La solución a estos inconvenientes está en manos de la Alcaldía y del Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Ibagué, Infibagué, entes que deben definir estrategias que permitan que la gente vuelva a hacer mercado en estos lugares y disfrute de un sitio seguro y limpio.
Los días de mercado
Los días de mercado, que es cuando hay mayor afluencia de clientes, son los martes, viernes, sábado y domingo. Esos cuatro días llegan camiones desde la noche anterior cargados con alimentos provenientes de municipios del Tolima y regiones como el altiplano cundiboyacense, Valle del Cauca, Quindío y Huila. Esos días son aprovechados por los tenderos, comerciantes y para realizar sus compras.
Don Medardo Enciso es un vendedor formal de ‘la 21’ que lleva varios años desempeñando su labor en los puestos del segundo piso, espacio por el que debe pagar 60 mil pesos mensuales a Infibagué, entidad que administra las plazas de mercado de la ciudad.
Este hombre vive en el barrio Ancón de la comuna Dos.
Se levanta todos los días a la 1 a.m. a cortar zanahoria, habichuela y a desgranar arveja y frijol verde para elaborar los picados. Se trata de una solución culinaria que le ahorra tiempo y trabajo. Luego se alista, toma un taxi y llega a la plaza a comprar a los mayoristas lo que venderá al menudeo durante el día.
A las 5 a.m. abre su puesto y se dispone a comercializar los productos que al final de la jornada le permitirán llevar el sustento a su casa. Empieza a esa hora, debido a que algunos de sus clientes son dueños de tiendas que acuden de madrugada a comprar el surtido para el negocio.
“Yo acá saco para la comida y los servicios. Hace 15 años, cuando mi puesto quedaba en el primer piso, cerca a la puerta, vendía los sábados y domingos entre $1 millón y $1 millón doscientos. Ahora hay días en los que vengo y vendo $30 mil pesos, apenas para el diario. Los sábados y domingos a veces sirven, pero el mejor mercado es el de fin de mes cuando cae un fin de semana.
Algunos productos importados como la cebolla morada, el ajo, las frutas estacionarias (manzanas, peras, duraznos, kiwi, ciruelas, entre otros) y en ocasiones la arveja verde, suelen ser más costosos que los productos nacionales.
LA CIFRA
$70 mil pesos alcanza para hacer un mercado completo de frutas y verduras para una semana.
TOME NOTA
Los días de mercado en los que se pueden comprar productos frescos son los martes, viernes, sábado y domingo. El día de mayores ventas es el último fin de semana del mes, cuando coincide con la quincena.
