IBAGUÉ. Una vez más el abstencionismo electoral tuvo un papel protagónico en los comicios del Congreso de la República en el caso del Tolima, donde más de la mitad de los ciudadanos aptos para ejercer el derecho constitucional se quedaron en la casa y no acudieron a las urnas, además hubo una elevada cifra de votos nulos, sin marcar o simplemente en blanco, que no le sumaron a los candidatos.
En cifras. De acuerdo con los números revelados por la Registraduría Nacional, había un millón 63 mil 246 personas aptas para votar en el territorio tolimense, pero apenas 508 mil 113 personas lo hicieron (47.78 por ciento) para el Senado, de ese medio millón de votos unos 29 mil 771 se fueron a las urnas sin marcar, 35 mil 947 se decretaron como nulos y 20 mil 861 fueron en blanco.
Por su parte, en la consulta para la conformación de la Cámara de Representantes hubo 510 mil 87 sufragantes, allí también predominaron los votos nulos con una cifra de 50 mil 517, los no marcados ascendieron a 17 mil 917 y en blanco a 20 mil 588.
No votamos. La abstención electoral, superior al 50 por ciento en Cámara y Senado en el Tolima, derrotó a todos los partidos políticos, aunque parezca ilógico esa es y ha sido la constante en el país. Por años las autoridades han tratado de combatir ese flagelo sin éxito alguno.
Lo anterior se puede interpretar como un mensaje de la ciudadanía que probablemente no está conforme o no se identifica con los ideales que representan los partidos políticos y sus integrantes.
Otra lectura es el desinterés para elegir a los integrantes de instituciones, como el Congreso de la República, que carecen de credibilidad y respeto ante los ojos de la opinión pública por escándalos o temas de corrupción que han ‘salpicado’ a sus integrantes en el último tiempo.
¿Faltó pedagogía? Sumado a las más de 500 mil personas que no salieron a votar en el Tolima, vale la pena echar un vistazo a las que no marcaron el tarjetón y a los votos nulos que para el caso del Senado fueron 65 mil 718. Sumando ambos se tiene una cifra cercana al número de votos obtenidos por Miguel Ángel Barreto, quien salió electo.
Es decir, que con esos votos el Departamento hubiese alcanzado una segunda o quizá hasta una tercera curul en el Senado.
Para el caso de la Cámara de Representantes el número de nulos y sin marcar ascendió a 68 mil 434, con los que de forma virtual Tolima hubiera asegurado al menos dos curules más, pues basta con revisar el caso de Ricardo Ferro que fue electo con 31 mil votos. Esos números dan pie para preguntarse si faltó pedagogía electoral de parte de los entes de control, ya que al parecer algunos sufragantes se ‘perdieron’ en el tarjetón y tuvieron inconvenientes pues buscaron la fotografía de su candidato. Sea o no el caso, Tolima dejó escapar más de un ‘puestico’ en el Congreso por el abstencionismo, los nulos y los que no fueron marcados.
