AMBALEMA. Está comprobado que la edad no es impedimento para dejar de ser niño, y menos cuando se llega a los 100 años. Doña Julia Basto Vda. de Forero, es una abuela de un siglo de edad, que se roba todo el show en el hogar geriátrico Santa Lucía de Ambalema, por sus inusuales ocurrencias.
“A todos los abuelos los queremos y les entregamos todo el amor, pero esta señora llama mucho la atención, y nos ha hecho varias travesuras”, explicó Faustino Chinchilla, administrador del hogar.
No tiene dientes y a simple vista, doña Julia se ve ‘inocente’ e ingenua, pero cuando tiene la oportunidad, ‘literalmente rompe toda la vajilla’: “Es muy chistosa, cuando menos acordamos se duerme encima del comedor, baja el colchón de la cama, quita las tablas y amanece sobre una sola, y eso sí, bien quietecita para no caerse”.
También ha dañado alrededor de cinco colchones, al cargárselos para el baño y mojarlos completamente. Es viejita y con los años del mundo, pero de fuerza nadie le gana.
Como parte de su peinado, y para verse más ‘titina’, se deja consentir para que le hagan los ‘cachumbos’ de ‘La Chilindrina’, y como niño estrenado ropa, luce sus vestidos estampados con elegancia y glamur durante su estadía en el hogar.
“Ella no pelea con nadie, todos la entendemos. A ratos se pone de mal genio y no se deja bañar o cuando se le llama y está durmiendo nos regaña, que porque no la dejamos descansar”, puntualizó Chinchilla, entre risas.
Julia tiene la fortuna de que su familia aún la visita. Cada ocho días uno de sus cinco hijos está pendiente de ella y como a una niña consentida le lleva dulces, galletas, pan y jugos, sus golosinas preferidas.
En cifras
5 hijos tiene Julia, 10 nietos y 6 bisnietos.
