10 de marzo de 2010

IBAGUÉ. “Él nos dejó sin papá, queremos es que se haga justicia, que pague de verdad por lo que hizo y no que en unos meses vuelva a estar en la calle”.

IBAGUÉ. Un caso de intolerancia, al parecer por parte de un médico, se presentó el pasado sábado en un taller de latonería ubicado en la carrera 7 número 16-35 del barrio Interlaken, donde estaban reparando el carro del señor Lisandro Padilla, quien es el padre de Carlos Padilla, el profesional de la salud encargado del

IBAGUÉ. José Liborio Meneses, quien labora con un vehículo de tracción animal, se puso ayer la camiseta junto con otros compañeros del gremio para dejar libre de escombros la glorieta del Sena, que se ha convertido en un vertedero más de la ciudad: “La gente debería darse cuenta de quién bota, porque por uno pagamos