Da es pena

Hace mucho que la pileta dejó de funcionar. Se convirtió en una fuente de suciedad.

El Parque de la Música, que se creó como representación de Ibagué como ‘Ciudad Musical’, según los residentes de esa zona, se ha convertido en una vergüenza para residentes y turistas.

Y es que al visitar el lugar, las personas se topan con consumidores de alucinógenos y habitantes de calle. De las seis esculturas de hierro instaladas en el espacio, que se inauguró como un espacio cultural, quedan dos y no están en las mejores condiciones. Al parecer, las otras fueron hurtadas.

A Hugo Daza, líder de la Comuna Uno, coordinador del frente de seguridad y padrino del Parque de la Música, le parece el colmo que la actual Administración municipal no haya recuperado el espacio y por el contrario lo “hayan dejado morir”.

Según el ciudadano, la zona se ha convertido en un expendio de droga, pues una zona verde aledaña al parque, sobre la calle 10, que lleva al barrio Combeima se convirtió en un nuevo barrio de habitantes de calles. “Hasta las luminarias se han robado. Hace un tiempo se robaron la violinista, la Policía la recuperó, yo la tuve guardada más de seis meses en mi casa porque los uniformados no sabían dónde dejarla. Unas personas de la Alcaldía vinieron por ella, pero hasta el momento no la han instalado. Lamentablemente el Parque da pena. Es una lástima. Los comerciantes vivimos con temor por la inseguridad”, cuestionó