Tras la salida del decreto de aislamiento selectivo que operará en el país a partir del primero de septiembre han surgido muchas dudas sobre el retorno a las actividades cotidianas de niños, niñas y adolescentes en el país.
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, había anunciado que en la ‘nueva realidad’ de la ciudad los colegios podrían regresar en septiembre al 20% de su capacidad y sin presencialidad los días jueves.
Sin embargo, la alcaldesa anunció este martes en la noche que debido a las disposiciones del Ministerio de Educación, sólo los municipios con baja afectación o sin casos de covid-19 podrían adelantar pilotos para regresar a las aulas, por lo que no habría regreso en septiembre, sino posiblemente en octubre.
El debate comenzó cuando la ministra de Educación, Maria Victoria Angulo, en diálogo con Blu Radio, anunció que dicha disposición no existía, por lo que la ciudad sí podría regresar en septiembre con la aplicación de todas las medidas de bioseguridad.
¿Cómo está el panorama a nivel nacional? ¿Quiénes pueden volver entonces a las aulas y quiénes no? ¿Cuándo se haría el regreso?
Lo primero que hay que mencionar es que el decreto 1168, que estipula el aislamiento selectivo, sólo prohíbe aglomeraciones: conciertos, discotecas o bares. Sin embargo, las disposiciones sobre qué otras cosas se mantienen prohibidas las determinarán los alcaldes y gobernadores con base en la situación epidemiológica de cada lugar, y con el permiso del Ministerio de Salud.
En ese sentido, a la fecha, cualquier entidad territorial puede presentar planes piloto para el regreso a las aulas, propuestas que serán discutidas con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Salud para asegurar que no ponen en riesgo la vida de niños, niñas y adolescentes en el país.
La ministra explicó que desde julio se adelantan pilotos de alternancia en entidades territoriales con baja afectación o sin afectación de covid, y que también se han adelantado pilotos con comunidades indígenas.
A partir de ahora, cualquier ciudad o territorio puede presentar un proyecto piloto para regresar, pues se ha ido adelantando el proceso para avanzar.
Según ella, el ministerio ya hizo un primer giro por 92.000 millones de pesos del Fondo de Mitigación de Emergencias (FOME) a las secretarías de educación para que gestionen la compra de recursos necesarios para los planes y protocolos de seguridad.
Seguido de eso, “el segundo paso es hacer un diagnóstico, en el caso de bogotá es por localidades, en ciudades más pequeñas en los barrios y en las distintas regiones, de las condiciones de los colegios, porque usted tiene que mirar temas de ventilación, tamaño, etc”, explicó la ministra.
Cuando exista el estudio y análisis de las distintas condiciones de los colegios, estos deben pasar la propuesta. “Allí la analizamos Salud y Educación, que estamos listos para hacerlo para que los pilotos inicien con todas las condiciones”, afirmó la ministra.
“¿De qué depende que podamos iniciar en cada región? de que nos presenten la propuesta, de que la revisemos”, especificó.
Para aprobar un piloto, se debe haber estudiado la zona, las instituciones, el tamaño de las mismas, la manera en que se organizarán las jornadas de estudio y el transporte que los estudiantes utilizarán para llegar a las aulas.
Además, según los lineamientos publicados el 13 de junio, se debe cumplir con recomendaciones básicas de higiene como establecer horarios de lavado de manos, higienización de superficies, abstenerse de consumir alimentos, entre otras.
El piloto también debe incluir medidas y planes de reacción ante posibles casos confirmados en el grupo escolar y se debe caracterizar al equipo docente y a los alumnos, teniendo en cuenta sus condiciones sociales, edades, comorbilidades, entre otros aspectos.
Posteriormente de las evaluaciones y clasificaciones, se deben implementar todos los protocolos y reparaciones y adaptaciones que permitan cumplir con las medidas de bioseguridad (ventilación, equipos de lavado de manos, manejo de residuos, horarios de desinfección).
Cuando estos protocolos sean presentados, deben ser revisados por las secretarías de educación, por las entidades territoriales y los ministerios correspondientes.
“¿Qué cambia en cada región? el momento del calendario donde comience la activación de los pilotos, pues eso lo tiene que decidir y lo tiene que revisar la región”, dijo la ministra en Blu Radio.
La ministra explicó también que existe un comité científico nacional con expertos en salud mental y pediatría que acompañarán detalladamente las propuestas y los planes piloto para el regreso paulatino y en alternancia a las instituciones educativas.
Para Angulo, ya están las condiciones dadas para volver al colegio, pues los indicadores de salud lo permiten y los niveles de afectación socioemocional lo exigen. Por lo que para la ministra, septiembre es el mes para iniciar los pilotos.
Incluso, según ella, algunas de las entidades territoriales con quienes ya se han adelantado los protocolos, podrían comenzar a implementarlos y a retornar en alternancia en la segunda o tercera semana de septiembre.
Maestros rechazan el regreso
Pero contrario a lo que dice el ministerio, para los docentes no es hora de regresar a clases, pues sigue en riesgo la vida y salud de los alumnos, sus familias y los docentes.
Nelson Alarcón, presidente de la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), le dijo a COLPRENSA que “en más del 95% de las instituciones educativas no existen las condiciones, no está el tema de infraestructura, no hay los servicios públicos esenciales como el agua potable para poder implementar unos protocolos”.
Según Alarcón, hay instituciones que no cuentan con las unidades sanitarias requeridas para todos los niños y jóvenes (baños, lavamanos, etc). O incluso, no hay personal de servicios generales que pueda ayudar con la implementación de los protocolos de desinfección.
“En todo este tema no hay las condiciones de infraestructura, ni financiera ni mucho menos de protocolos”, afirmó el presidente de Fecode.
Alarcón aseguró que el gobierno nacional delegó su responsabilidad en los entes territoriales y que estos, a su vez, la están delegando en los consejos directivos de las instituciones del país.
“Aquí no puede ser tan irresponsable el Gobierno Nacional y los gobiernos departamentales de responsabilizar a los padres de familia, a los estudiantes, a los maestros, a los rectores o rectoras de cualquier situación que llegue a pasar”, recalcó Alarcón.
Según él, ante un posible contagio o fallecimiento producto del regreso a las aulas, los responsables no pueden ser los consejos directivos, los docentes o los padres de familia que permitan el regreso de sus hijos a los colegios.
Para Fecode, el Gobierno Nacional está chantajeando a las entidades territoriales con la promesa de que girarán recursos adicionales si comienzan el modelo de alternancia.
“Aquí por eso decimos no a la alternancia, no a la presencialidad y si el gobierno persiste en esta circunstancia nosotros vamos a declararnos o nos hemos declarado en desobediencia civil”, afirmó el líder docente.
La propuesta de Fecode es organizar una gran mesa de trabajo que incluya a toda la comunidad educativa: gobiernos regionales, padres, estudiantes, docentes y sector productivo, para concretar acciones que no pongan en riesgo la vida y salud de ninguno de los miembros de los planteles educativos.
Además, proponen que el regreso siga esperando mientras los casos de covid-19 continúan su descenso. “Hay que esperar que se disminuya, que baje, que realmente haya unas medidas contundentes para proteger la vida y la salud”, afirmó Alarcón.
“No es que nosotros no queramos volver, al contrario, nosotros queremos volver, pero hoy desafortunadamente no están las condiciones necesarias”, dijo el líder de la Federación.
El regreso a las aulas no tiene entonces una fecha fija en el país, pues dependerá de las propuestas y peticiones de los entes territoriales que pidan empezar los pilotos para la alternancia. Además, el regreso dependerá de que se logre un consenso con los educadores, que por el momento no están dispuestos a regresar en alternancia.
Incluso, las mismas instituciones y padres de familia podrán desistir de enviar a sus hijos al colegio con esto se autorice, como ya ocurrió con la Asociación de Colegios Privados de Colombia, que anunciaron que terminarán el año bajo la virtualidad, pues el 89,3% de los padres no está de acuerdo con que sus hijos regresen a las aulas.