IBAGUÉ. Un ‘no rotundo’ de Yudi Viviana Reyes a rehacer su vida conyugal con Richard Clayderman Hernández Jaramillo, provocó una discusión que terminó en una desgracia de proporciones dantescas. El ex soldado se inmoló al detonar una granada, llevándose consigo a la madre de sus hijos. El hecho ocurrió el 11 de noviembre del año pasado en el barrio El Bosque.
Casos como éste, en que los problemas sentimentales terminan convirtiéndose en una tragedia pasional, parecieran ser una lamentable realidad que desde hace algún tiempo empieza a hacersemás evidente en la sociedad.
Fanny Barragán, ex procuradora de familia, consultora para las Naciones Unidas en Políticas Públicas para la Mujer, y directora del Centro de Atención Integral para Mujeres Víctimas de la Violencia, Femujer, indicó que existen diversos factores de origen cultural como mentales, que pueden desencadenar una tragedia:
“En la agenda pública del Estado aún no hay conciencia de la importancia que tiene la salud mental, porque una conducta de estas supone de varios contextos; uno de orden cultural, que es la herencia patriarcal, porque el machismo mata. Son patologías que tienen que ver con trastornos mentales, y eso le implica a un Estado responsable, abordar una asistencia en salud mental”, manifestó.
Barragán agregó que si una pareja acude a resolver sus problemas ante una Comisaría de Familia o la Fiscalía, y la situación no pasa de escuchar a agresor y víctima en una sala de atención, sin brindar un tratamiento terapéutico firme y funcional es algo, prácticamente, ineficaz:
“Cada vez que la mujer rompe el silencio, denuncia, y no se actúa rápidamente en determinar la clase de patología que sufre el personaje, el problema va aumentando, y resulta en un asesinato”, sostuvo.
“Hay una serie de situaciones que facilitan el delito en sí, pero cuando una persona no sólo asesina a su pareja, sino que se suicida, es alguien que viene con un problema, no desde ayer, sino de tiempo atrás. Es una obligación en la nueva ley de violencia intrafamiliar, que las EPS atiendan de forma eficiente las terapias profundas para los agresores”, puntualizó la directora de Femujer.
Otras voces
Para Rocío González, integrante de la Corporación ‘Oye Mujer’, Organización No Gubernamental encargada de temas relacionados con la mujer, la problemática va mucho más allá, ya que los síntomas de alerta que se pueden presentar al interior del núcleo familiar pueden ser de cualquier índole:
“Puede empezar con violencia sicológica, y terminar en agresión física. Para las organizaciones de mujeres, es un problema cultural que viene de hace tiempo por la sociedad patriarcal en que vivimos”, dijo.
“A través del tiempo, la mujer ha sido no un sujeto, sino un objeto. Antes se hablaba de eso como problemas privados. Por mucho tiempo, una paliza que le diera un hombre a la pareja no era ni siquiera competencia de las personas cercanas a la familia, porque eran situaciones donde nadie se debía meter; pero por más que se dé en la esfera privada, es un problema de violencia, de la sociedad”, afirmó.
González agregó que en Colombia se sancionó la Ley 1257 del 4 de diciembre de 2008 contra la violencia hacia la mujer, pero hasta el momento, “el Estado no ha hecho mucho para que la conozcan, ni lograr que incluso funcionarios que tienen que ver con la legislación y con atender estos casos la comprendan. Es un compromiso del Estado hacer que se extienda de forma masiva, e informar a las mujeres sobre las rutas de atención”, añadió.
“No es igual que una mujer maltratada llegue a la Comisaría de Familia y la atiendan haciéndole sentir que es un problema de casa, a que le den realmente la importancia que tiene. Se les debe conseguir un hogar de paso porque muchas de ellas, fuera de que son agredidas, tienen que instaurar la denuncia y devolverse para la casa donde el atacante las está esperando. El problema hay que mirarlo de fondo”, puntualizó González.
Discusión acabó mal
El 30 de noviembre de 2008, el patrullero de la Policía Javier Leonardo Torres, de 25 años de edad, le propinó cinco disparos a su pareja sentimental, la intendente Martha Vanegas Vargas, miembro de la mencionada institución, tras una riña intrafamiliar en el apartamento que compartían en el Conjunto Residencial La Ceiba.
Luego de atacar a su compañera, el patrullero se pegó un disparo en la cabeza. La Intendente falleció en la unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Federico Lleras Acosta, tras permanecer cuatro días intentando aferrarse a la vida.
Anunció la tragedia
La mañana del 9 de noviembre de 2010 un hecho estremeció a los habitantes de Melgar, cuando el encargado de seguridad de una reconocida discoteca, Javier Alonso Franco, asesinó de dos disparos en la cabeza a su compañera sentimental, Luz Marina Murcia.
‘El Guajiro’, como era conocido el encargado del establecimiento nocturno, llamó antes a la administradora del lugar, y le manifestó que iba a asesinar a su pareja, y que iba a acabar con su vida. Las autoridades encontraron los dos cuerpos en la habitación donde dormía el empleado.
No aguantó la pena
A mediados de noviembre de 2009, Yeni Patricia Espinosa (foto recuadro), madre de dos menores de edad y maestra de la Institución Educativa de Modelia, fue degollada por su compañero sentimental, Óscar Ariza Bolívar, quien minutos después trató de suicidarse en una casa del barrio Jardín Santander.
A finales de mes, Ariza Bolívar fue capturado y enviado a la Cárcel de Picaleña. Iniciando marzo de 2010, el uxoricida perdió la vida al lanzarse desde el cuarto piso del Centro Penitenciario.
Estadísticas difusas
La ex Procuradora de Familia indicó que casos como estos no son solamente hechos de violencia intrafamiliar, sino “también contra la mujer, en cualquier contexto internacional se le llama femicidio. Es un tipo penal que no se denomina así en Colombia. Acá es homicidio agravado contra la mujer”, dijo.
“En las estadísticas uno encuentra formas de violencia derivadas del conflicto armado por cualquiera de los actores ilegales, o por delincuencia organizada. En ninguno de esos tipos de violencia están las alarmantes cifras de casos contra la mujer dentro del hogar. Es el tipo más grave en el País, y el más común. A mí criterio, considero que no se han apersonado de ese tema por la magnitud que tiene”, puntualizó Barragán.
No olvide: La Ley 1257 del 4 de diciembre de 2008, establece las normas de sensibilización, prevención y sanción de las formas de violencia y discriminación contra las mujeres.
OSCAR BORJA
