ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS qhuboibague@gmail.com
“Poderosa Santísima, escucha mis ruegos para que venga a mi tu ayuda, solicito tu protección en esta situación tan difícil por la que atravieso, conoces el dolor por el que estoy padeciendo, tengo un problema muy difícil, sé que usted lo va a solucionar”.
Así inicia la oración a la Santa Muerte, una que desde hace siglos veneran en México y ha tomado auge en Ibagué, donde muchas personas ya se encomiendan, visten un altar con su imagen y reciben su ayuda con la fe que a ella le inyectan por medio de una novena o por la oración.
La carrera Tercera, o avenida Bunde, como también es conocida, tiene comercio de toda clase, desde el revendedor del reguero por la peatonal y a su alrededor almacenes, centros comerciales, entidades bancarias y desde la calle 19 los locales esotéricos.
En un popular ‘Tercerazo’ de fin de semana bajé hasta la calle 19 y antes de llegar a lo que ahora llaman ‘El Bronx’, pasé por el almacén Mercurio, llamó mi atención una serie de imágenes que apenas había visto en televisión.
En fila, adornadas y pintadas de distintos colores, una docena de estatuas de la Santa Muerte hizo que me detuviera y preguntara desde cuándo la devoción de los ibaguereños hacia esta imagen.
Dialogué con Julia Amparo Ávila, quien pintaba una imagen de un buda, muy apetecido para quienes desean tener dinero y prosperidad; dicen que es bueno acariciarle la barriga; me cuenta que a ella le rezan para obtener imposibles y en México incluso le ponen comida y flores.
“A la Santa Muerte le arman su altar, le compran velones, acá le vendo a los devotos la oración, la novena y también la Sagrada Biblia de la Santa Muerte; también hay estampas con su imagen”, agregó Amparo Ávila.
“Mi niña blanca, guíame por el camino, vaya delante de mí para que aparte todo lo malo, ahora todas las puertas se me van a abrir, gracias a tus manos poderosas, usted puede ayudarme, aleja de mí las malas vibraciones y mis problemas desaparecerán”, dice otra estrofa de la oración.
Mientras acomoda la Biblia, después de mostrarme la carátula vinotinto con letras doradas y la imagen de la Santa Muerte, un Cristo y dos cáliz, Julia Amparo me cuenta que así como hay muchos creyentes, también hay algunos que son reacios a sus ritos, pero la imagen gana devoción en la Ciudad.
Doña Amparo no se atreve a decir con qué fines algunos toman la imagen, lo que sí cuenta es que hay personas que le cuentan que la Santa Muerte les ha concedido sus peticiones y por ello no dudan en erigir un altar.
“Santísima, líbrame de los problemas que me afligen, por el amor que te tengo, ayúdame en esta hora. Es una situación muy difícil, pero confío en usted, sé que lo solucionará”, dice otra de las tantas estrofas.
Mientras tomo una foto, me cuenta la señora Julia Amparo que hay efigies de distintos precios, desde 25 mil pesos en adelante, por supuesto, depende de la altura.
Otras veneraciones
Por los estantes de este negocio esotérico también hay otras representaciones como San Miguel Arcángel, usado a modo de protección; a San Judas Tadeo, también para casos imposibles; el Ekeko, una imagen de un boliviano, que veneran para la prosperidad y la abundancia.
Quienes optan por la salud, se encomiendan a José Gregorio Hernández; además de otras figuras para atraer dinero, cuenta la administradora de Mercurio, que las personas optan por poner duendes y a su alrededor algunas flores, dulces y miel.
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