Continúa la preocupación de los habitantes de los barrios cercanos al cerro La Lomita que fue invadido

Continúa la preocupación de los vecinos de los barrios La Gaviota, La Esperanza y Cañaveral debido a la invasión del predio La Lomita, la cual es una montaña que conecta con los tres barrios. El asentamiento, según ellos, los afecta.

En el predio, que es propiedad privada, muchos árboles fueron talados y personas armaron ‘cambuches’ con lonas, guadua y otros elementos. De paso arrasaron con la flora y fauna del lugar. 

Q’HUBO habló con Jorge Ballesteros, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) y presidente encargado del barrio Cañaveral, quien se refirió a varios puntos que les preocupan por cuenta de la invasión.

La inseguridad 

Ballesteros aseguró que en el sector hay un sendero ecológico entre los barrios Cañaveral y El Vergel, donde las personas salen a hacer ejercicio. “Allí han ocurrido algunos robos y a algunas personas que los ejecutan salen en moto hacia La Gaviota o a pie hacia la invasión que está en la parte alta”, dijo.

Agregó que ya han sostenido diferentes reuniones con el secretario de Gobierno, Óscar Berbeo, quien ya conoce la información. 

Reserva que se pierde

La Lomita, según el líder comunal, “es una reserva forestal donde llegan micos, ardillas y zarigüeyas y cantidad de pájaros. 

“Esa reserva forestal sirve mucho porque es un pulmón más para la ciudad”, destacó.

Con tristeza dijo que ha visto cómo los invasores han talado árboles, algunos de más de 150 años de edad.  “Nos hemos visto afectados con este tema por la tala de árboles y el perjuicio a los recursos naturales”, advirtió.

Y agregó que “como comunidad no podemos permitir que se asienten allí porque el daño ecológico es muy grande para toda la ciudad, aparte de que esa montaña es arenosa y se ha ido resquebrajando por la lluvias. 

“Representa un riesgo para aquellas familias que piensan construir o vivir en ese sector y se puede producir una avalancha”.

Resaltó que Cortolima efectuó sólo una visita al lugar, en la cual tomaron fotos y videos del impacto ecológico. 

Asimismo, afirmó que las personas están “lejos de los servicios públicos de alcantarillado de poder tener una vivienda digna, de poder vivir con sus hijos en algo que les pueda servir a ellos”.

Sería un negocio 

Otro tema que preocupa, no solo al líder comunal sino también a las autoridades, es que detrás de estas invasiones estarían los conocidos ‘tierreros’,  “son personas que ya tomaron esto por negocio, se sabe que compran en un lado venden y así lo mismo invaden nuevamente”, advirtió Ballesteros.

Los dueños 

El predio es propiedad de Asdrúbal Castro, antes perteneció a la Mina Feldespatos y su primer dueño fue la reconocida familia Vila. Según se conoció, ya se radicó una querella y las respectivas quejas ante los entes. 

Los vecinos y habitantes de barrios vecinos, le piden al propietario del predio que cerque el terreno para evitar que sigan ocupando el lugar.

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