Un viaje a Ibagué, le partió en dos la vida, y las piernas, a Luisa Fernanda Ávila Espinosa, una espinaluna de 26 años. La muchacha y su esposo, aseguran que el responsable del duro momento por el que atraviesan es un conductor de la empresa Cointrasur.
Señalan que por un mal procedimiento de los Agentes de Tránsito de El Espinal, el culpable del accidente quedó como si hubiera sido un carro fantasma. Luisa busca ayuda de personas solidarias, pues no cuenta con los recursos económicos para suplir los gastos de pañales y medicamentos, entre otros.
En diálogo con Q´HUBO, la pareja de esposos entregó su versión de lo sucedido el pasado 22 de febrero en Chicoral.
Le pasó por encima
“Ese día teníamos que viajar a Ibagué. Salimos de nuestra casa en El Espinal sobre el mediodía y estuvimos toda la tarde en Chicoral donde unos familiares que nos invitaron a almorzar”, expresó Luisa Fernanda.
Agregó que a eso de las 9 de la noche, le hicieron el pare a un bus afiliado a Cointrasur: “El vehículo paró, mi esposo se subió y el conductor arrancó. Yo quedé en el aire, me agarré de la cogedera de la puerta el tiempo que pude, pero caí al piso y el bus me pasó por encima. Mi esposo le gritaba al conductor que parara, no obstante, al parecer, por unos audífonos que el hombre llevaba puestos no escuchaba”, señaló la afectada.
Error de Tránsito
En delicadas condiciones, Luisa fue trasladada en una ambulancia al Hospital San Rafael de El Espinal. “ Ella estaba muy mal, así que yo también me subí a la ambulancia. En el sitio quedaron los Agentes de Tránsito y no sé por qué razón, plasmaron en el informe que el vehículo responsable había sido un ‘carro fantasma’. Hay videos y testigos de lo que pasó. El bus involucrado en el accidente fue el de placa TZS 823 ”, expresó Mauricio Lizcano, esposo de Luisa.
Así las cosas, les ha tocado rebuscar dinero para comprar pañales y medicamentos, entre otros gastos.
“El conductor arrancó y no se ha molestado por contactarnos para que el seguro del bus cubra todos los gastos. Ella no puede caminar, casi no se puede ni mover; usa pañal y me tocó convertirme en su enfermero, dejando a un lado mi trabajo, y teniendo dos niños que sostener. Han sido meses muy difíciles (…)”, indicó Mauricio.