Un padre y su hijo, señalados de asesinar a un menor de edad, fueron condenados a 37 años de prisión, sin embargo, están prófugos de la justicia y son buscados por las autoridades.
Gonzalo Casallas León y su hijo, Leonardo Casallas Vargas, son los responsables de la muerte de A.H.N., de 12 años de edad. La víctima era hijastro y hermanastro de los hoy sentenciados.
Pese a que fueron condenados por un Juzgado del Circuito de Lérida, están escondidos evadiendo a la justicia.
La tragedia sucedió el 7 de marzo del 2013, en una finca de la vereda Maracaibo, jurisdicción de Armero – Guayabal, donde encontraron el cadáver del pequeño cerca a unos tanques de agua. De manera preliminar, se relacionó la muerte con un ahogamiento por inmersión.
Sin embargo, las versiones de Los Casallas no coincidieron y el material probatorio que hallaron los investigadores en el lugar de los hechos indicaban que se trató de un asesinato.
Uno de los implicados señaló que supuestamente, salieron a cortar leña y el infante a bordo de una bicicleta se fue con ellos, pero al regresar a la vivienda se cayó al agua, sin que los allegados lograran salvarle la vida.
El dictamen de Medicina Legal
La historia que contó uno de Los Casallas se ‘derrumbó’ en medio de la investigación, luego de que el Instituto Forense de Medicina Legal revelara que el niño había fallecido por una lesión causada con un arma de fuego. Además, había diferentes laceraciones en su cuerpo.
En su momento, las autoridades señalaron que al parecer el niño también habría sido objeto de abuso sexual crónico, sin embargo, la condena solo corresponde al homicidio.
Detención
Tres años después del vil homicidio de A.H.N., Casallas León y Casallas Vargas fueron detenidos en mayo de 2016 con una orden judicial por el delito de homicidio en concurso con acceso carnal violento con menor de 14 años de edad. A ambos los enviaron a la cárcel de Picaleña.
Pero, pese a que las pruebas los señalaban como culpables, recobraron su libertad por vencimiento de términos.
Como las autoridades no hallaron el arma de fuego usada en el crimen, el Juez no pudo condenarlos por el delito de tráfico, fabricación o porte de armas de fuego o municiones.
Al conocerse la condena, el Juez emitió una orden de captura contra los individuos para que respondan por el homicidio.