IBAGUÉ. El de ayer fue un día inolvidable para el boxeador tolimense Óscar Escandón, así como el del pasado jueves en Estados Unidos, cuando se coronó campeón mundial interino de la categoría supergallo de la AMB.
Será imborrable, porque una vez más sintió el calor humano de los ibaguereños. En su regreso a la ‘Ciudad Musical’ recibió muestras de respeto, cariño y admiración por su nueva conquista internacional (ya fue monarca Latino), la primera orbital.
Su familia, amigos y seguidores se dieron cita en el Aeropuerto Perales para acompañarlo en una caravana que se trasladó hasta su hogar, en el barrio El Refugio, donde lo hicieron sentir como un rey.
Allí pasará las festividades de fin de año con sus seres queridos antes de regresar a territorio ‘gringo’ a principios de enero de 2015, toda vez que él entiende que lo más complicado no fue llegar a la cima, será poder sostenerse en ella. Mientras tanto, a gozar de las mieles del triunfo. Lo tiene más que merecido.
RONAL RENGIFO
