Más de 40 personas, residentes en la calle 44 con carrera Sexta A, del barrio Villa Marlén, de Ibagué, no aguantaron más y con cacerola en mano salieron a protestar contra el Ibal. Según la versión de varios usuarios, desde la semana anterior, tras la creciente del río Combeima, el sector carece de suministro de agua.
Adriana López, una de las afectadas, contó que se cansó de comprar agua en bolsa para cocinar y de tener la vivienda y los baños sucios.
“La emergencia en el Combeima fue hace ocho días y nosotros todavía tenemos problema con el suministro. El agua de los tanques de reserva hace mucho se acabó. Nos llega solo un hilito de agua en la madrugada, de 3 a 5, y no alcanza a subir a los segundos ni terceros pisos. El Ibal no nos da ninguna solución”, dijo la dama, a quien le tocó inventar una canaleta en el patio, con bolsas de basura, para recolectar un poco de agua lluvia, que le sirve para los baños y el aseo del hogar.
Llegó el carrotanque
Aunque pensaron que el ‘cacerolazo’ haría eco ante las directivas de la Empresa Ibaguereña de Acueducto y Alcantarillado, al parecer no fue así. “Protestamos pero ningún funcionario de la entidad hizo presencia. No enviaron un carrotanque para abastecernos, no obstante, esa no es la solución porque el agua que nos dejan en los baldes no pega ni un brinco. Antes de la emergencia el servicio no era el mejor. Había pasado una semana y no nos habían enviado el carrotanque. Muy complicado”, reiteró.
12 días sin una gota
Óscar Marín, residente en la manzana N del barrio Tolima Grande, le indicó a Q’HUBO que tres días antes de la emergencia del Combeima, el sector no tenía servicio de agua potable. “En este sector solo teníamos agua 30 o 40 minutos al día, sin embargo, luego de la emergencia no nos llega ni una gota. Completamos 12 días sufriendo por el líquido vital. Antes de la creciente ya habíamos radicado muchos escritos por la falta de suministro. Ahora estamos más jodidos”, refirió el usuario.
