El aumento de la tasa de desempleo en la población joven está relacionado con la reducción de las personas ocupadas, que disminuyeron en 15 mil si se compara abril de 2020 con el mismo mes del año pasado.
El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), reveló la semana pasada las cifras de desempleo juvenil que evidencian cómo ha empeorado el panorama en la Ciudad Musical. Los desocupados aumentaron en tres mil y los ocupados disminuyeron en 15 mil en el trimestre móvil febrero – abril, en comparación al mismo periodo de 2019.
Así que, la tasa de desempleo de los jóvenes subió 9,5% puntos porcentuales, al pasar de 28,2% a 37,7% en 2020.
En Ibagué hay 134 mil personas en edad de trabajar entre los 14 y 28 años, de los cuales, 43 mil tienen empleo y 26 mil están desocupados. No obstante, 70 mil jóvenes están en la inactividad, es decir, no participan en la producción de bienes y servicios porque no necesitan, no pueden o no están interesadas en tener actividad remunerada.
Cifras que preocupan
Para Carlos Salazar Villalba, director del Observatorio Regional de Mercado de Trabajo, Ormet Tolima, las cifras de desempleo juvenil además de ser preocupantes, tendrían consecuencias a corto plazo.
“Tener una tasa de desempleo juvenil tan alta va a generar unas consecuencias graves en el mediano y largo plazo. Se va afectar el ingreso medio de los hogares, que está por debajo del salario mínimo, la informalidad va a crecer y vamos a tener que enfrentar a largo plazo un tema más grave de tasa de desempleo en general”, explicó Salazar.
Según el economista, el que los jóvenes no consiguen trabajo es un indicativo que el sistema educativo está fallando, sobre todo en la educación media, la última etapa del bachillerato.
“Las tasa de cobertura neta de educación secundaria está por encima a la tasa de cobertura de educación media (grado décimo y once), es decir, los jóvenes estudian hasta el grado noveno y no continúan, enfrentándose así al mercado laboral con una base educativa que no es la más conveniente”, señaló el director.
Formación para el trabajo
Por otro lado, Salazar se refirió a la importancia de cerrar las brechas de capital humano, que se dividen en tres componentes, pertenecían, calidad y cantidad, en lo que tiene que ver con la educación superior.
“Necesitamos que se cierre la brecha en términos de competencias y habilidades que deben tener los estudiantes para enfrentar el mercado laboral, en el sentido de que sean compatibles con las necesidades de los sectores económicos”, acotó Villalba.
De esta manera, sugiere el investigador, no habría la necesidad de buscar mano de obra en otras regiones.
También dijo que se deben reducir las brechas en cuanto la calidad de la educación. En términos de cantidad, manifestó que hay que conocer el mercado laboral para saber cuántos técnicos, tecnólogos y profesionales necesita la ciudad.
Consecuencias del Covid-19
Los efectos del Covid-19 dan cuenta de una reducción de los ocupados jóvenes en Ibagué, debido a que en marzo de 2020 había 52 mil y en abril el número descendió a 43 mil, igualmente, los desocupados pasaron de ser 23 mil a 26 mil en este mismo lapso.
“La política de desarrollo económico debe ser efectiva y dar solución aún en medio de la crisis a causa de la pandemia. Que los planes de acción que se deben implementar no queden en el papel”, concluyó Carlos Salazar.
Cifra
36,5% de la población desempleada en Ibagué, está entre los 14 y 28 años.