Durante dos días un olor a putrefacción llamó la atención de los habitantes del barrio La Joya, al occidente de la capital santandereana. El origen del malestar era un cuerpo que se encontraba en estado de descomposición en una zona boscosa de difícil acceso.
La duda de dónde provenía el desagradable olor la resolvió un habitante de calle, del mismo sector. Fue Gabriel Anaya, quien también reside en una vivienda subnormal, el que encontró el cuerpo sin vida. Lo halló bocabajo sobre un viejo y sucio colchón. Presentaba heridas por picaduras de aves de carroña, pero aún así lo reconoció. Era alias ‘Chamber’.
“Hace como 8 días no lo había visto. Él tenía como 30 o 40 años y las veces que hablamos con ‘la amistad’ me decía que tenía a los papás vivos en Girón. Y que por un alegato se fue de la casa, que porque los ‘cuchos’ lo regañaban mucho. Dormía en el ‘cambuche’, en el que lo encontré muerto, desde hace como dos años cuando llegó al barrio escapando de su familia”, señaló.
Los residentes de esta cuadra llamaron a las autoridades. Integrantes de los bomberos ayudaron a la recuperación del cuerpo. A Medicina Legal ingresó como una muerte por establecer y sin identificar ya que no contaba con documentos.
“Estaba en muy avanzado estado de descomposición. Rescatamos el cuerpo con tres unidades y se lo entregamos al CTI. Era una zona de difícil acceso, pero en la que el hombre dormía en unos colchones y unos cartones”, señaló el capitán de Bomberos de Bucaramanga, Jorge Peña.
En las primeras pesquisas no presentaba señales de violencia, por lo que se cree que su muerte fue de manera natural. En la cuadra manifestaron que era consumidor de alucinógenos, por ello no se descarta que una sobredosis habría sido la causa de su deceso, aunque serán los forenses quienes lo determinen.
Preocupados en el barrio
Los residentes de La Joya le han manifestado a las autoridades la constante presencia de personas en condición de calle que se han tomado la zona de escarpa del sector. Esto además ha generado problemas de inseguridad por la venta y consumo de sustancias estupefacientes.
“Hay sectores donde nos da miedo transitar. Nos acostamos temprano porque nos sentimos inseguros. Ojalá este hecho nos ayude a visibilizar la problemática”, expresó un vecino.