La comunidad de la vereda La Palmita de Alvarado se cansó de las promesas, se unió y con apoyo de personas de buen corazón consiguieron los recursos para comprar varios bultos de cemento, material de arrastre y pavimentar la vía de acceso al sector.
El domingo cumplieron una jornada desde las 8 de la mañana y hasta las 2 de la tarde donde los vecinos que tenían conocimiento en construcción, se juntaron, y pavimentaron cerca 100 metros de esta vía que era un dolor de cabeza para los propios y extraños, pues en el sector hay sitios turísticos.
La vereda La Palmita está ubicada a pocos metros de la entrada de Alvarado en la Y, colinda con los barrios La Palmita y Macondito del municipio.
‘Un acabadero’
Q’HUBO habló con Abel Estrada, líder comunal, quien indicó que, “viendo el abandono en el cual estamos, como comunidad nos unimos para mejorar la vía que está deteriorada entre un 70 u 80 por ciento. No sólo es un ‘acabadero’ de vehículos sino de órganos y hemos ido cambiándole la vía”.
El domingo anterior con apoyo de los buenos corazones que donaron los bultos de cemento, material de arrastre, las personas del sector donaron los refrigerios y almuerzos para los otros habitantes que con pala en mano intervinieron la vía.
Este domingo 29 pretenden seguir con la recuperación de este tramo vial, que genera problemas tanto en invierno como en verano, pero representa un buen beneficio para la comunidad del sector, pues en el sector que es semirural, pues a un costado está el barrio que lleva el mismo nombre, hay hasta una compraventa de café.
Quieren celebrar
Señaló don Abel que cuando la obra esté terminada harán un almuerzo, un evento especial, donde se hará el reconocimiento a todas y cada una de las personas que aportaron el granito de arena para construir esta vía.
Agregó el líder comunal, quien se lanzó al Concejo municipal de Alvarado en las anteriores elecciones, que durante cerca de ocho años escucharon promesas para recuperar la vía, pero que debían arreglar el alcantarillado y no se ha hecho ninguna gestión, mientras tanto la carretera seguía fea. “La comunidad se aburrió de las promesas y quiere realidades”, puntualizó el hombre.