REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com
Una comerciante ibaguereña denuncia que el pasado fin de semana fue víctima de abuso sexual y robo a manos de un sujeto de 22 años, oriundo de Flandes, al cual, según ella, le brindó ayuda durante alrededor de seis meses en su negocio ubicado en el barrio Calarcá. La afectada indicó que ya interpuso la denuncia en la Fiscalía.
Le ofreció ayuda
Marisol Reyes Rico es una ibaguereña que hace un año decidió emprender y abrió una fuente de soda en el barrio Calarcá. Seis meses después, un sujeto de 22 años, conocido como Miguel Alfredo y quien laboraba en un parqueadero del sector, se ganó su confianza y la de su familia, por lo que empezaron a acogerlo.
Según ella, hace varias semanas, el hombre le manifestó entre lágrimas que estaba viviendo una situación difícil debido a que se había quedado sin dónde vivir por problemas con una hermana. Esto conmovió a Marisol, quien le prestó dinero para que regresara a su municipio, pero la familia del sujeto no lo aceptó y tuvo que volver de nuevo a Ibagué.
A su regreso, Marisol le ofreció un espacio en su local para dormir y después le ayudó a conseguir una habitación en casa de una tía. El sujeto trabajó algunos días en el Centro de la ciudad, pero se quedó sin empleo, entonces la mujer, además de dejarlo quedar en su negocio, le ofrecía el almuerzo todos los días mientras superaba la difícil situación.
La denuncia
Marisol Reyes le contó a Q’HUBO que el sábado 5 de febrero, salieron con Miguel y otros amigos a un establecimiento nocturno ubicado en Mirolindo, donde estuvieron hasta la madrugada. Según ella, se tomó algunas copas, por lo que apenas llegaron a la casa, el sujeto se ofreció a ayudarle a bajarse del taxi e ingresar a su habitación.
La mujer denuncia que se acostó sobre un colchón y a los pocos minutos, notó que el sujeto se había desnudado y, al parecer, empezó a realizarle tocamientos, por lo que ella reaccionó de manera agresiva y le pidió que se fuera del lugar; pero, antes de irse se le llevó un canguro donde guardaba $400 mil pesos en efectivo y la tarjeta de su cuenta bancaria donde tenía el dinero para pagar el semestre de sus estudios.
Al día siguiente, Marisol asegura que el hombre acudió a varios cajeros automáticos e hizo retiros que sumaron un millón 300 mil pesos. A raíz de este hecho, ayer interpuso una denuncia en la Fiscalía General de la Nación y espera que las autoridades den con el paradero de este hombre, cuya familia vive en Flandes, Espinal y Girardot.