EFE – Q’HUBO
Paraguay y Colombia empataron 1-1 anoche en Asunción en un partido en el que se adelantaron los locales con una diana de Antonio Sanabria, pero fueron igualados con un penalti transformado por Juan Guillermo Cuadrado, figura de los visitantes, que tuvieron la posesión y desperdiciaron claras ocasiones de gol.
El empate no sirve para el despegue de Paraguay en la tabla, que al cierre de esta edición estaba sexta, con ocho puntos, mientras que Colombia suma 10 y es quinta.
Si bien Colombia se desfondó en los minutos finales, llevó la ofensiva desde la primera parte, pese a que ésta terminó con la ventaja de la ‘Albirroja’.
Los ‘Cafeteros’ fueron superiores en ese periodo, mantuvieron la posesión, barrieron en el centro del campo y crearon jugadas de gol tapadas por el arquero Antony Silva.
Cuadrado fue el catalizador de los colombianos en esa fase, teniendo en el 27 la oportunidad más nítida, con un fortísimo disparo de fuera del área que despejó Silva.
A su labor desestabilizadora se sumó el delantero Miguel Ángel Borja, que en el 35 dio otro aviso, a balón parado, que se encontró de nuevo con un seguro Silva.
Y a los pocos segundos de esa jugada, Silva volvía a salvar a los locales al contener un cabezazo de Matheus Uribe que se cantaba como gol.
Paraguay estaba superado en todos los frentes, dependiendo en ataque de un Ángel Romero que fue quien inclinó la balanza con una genialidad: un túnel al defensa Dávinson Sánchez, de pésimo partido, y un pase a un Sanabria que no perdonó y batió a David Ospina.
Colombia salió en la segunda mitad a buscar el empate, que llegó a los siete minutos luego de que Cuadrado transformara un penalti advertido por el VAR, después de una mano de Santiago Arzamendia.
Poco después el técnico Reinaldo Rueda optó por cambiar su dupla atacante, que apenas brilló como tal, sustituyendo a Rafael Santos Borré por Roger Martínez y a Borja por Falcao García.
A partir de entonces el partido estuvo abierto, con ocasiones por ambas partes, aunque los ‘Cafeteros’ perdieron el impulso del que hicieron gala durante el resto del choque y fueron desbordados por los locales, que sin embargo pecaron de imprecisión y no pudieron hacer respetar su patio.
