Colombia ahorraría hasta $12.000 mil millones si previniera embarazos adolescentes

Fueron 5,1 billones de pesos los que dejaron de devengar en 2018 más de dos millones de mujeres que tuvieron su primer hijo en la adolescencia a causa del desempleo y la inactividad laboral, un dato que representa el 0,56 % del Producto Interno Bruto (PIB) del país.

Así lo determinó el estudio ‘Milena’, llevado a cabo por el Fondo de Población de Naciones Unidas, que analizó las consecuencias socioeconómicas del embarazo adolescente en Colombia y que estableció además que si el país previniera el embarazo adolescente podría ahorrar hasta 12.045 millones de pesos al año solo en gastos del régimen contributivo.

El estudio estableció, por ejemplo, que las mujeres que tuvieron hijos en la adolescencia presentaron una tasa de desempleo del 16,51 %, frente a una tasa del 11,95 % de aquellas mujeres que postergaron su maternidad a la edad adulta joven. Así, las madres adolescentes dejaron de ganar 1,1 billones de pesos a raíz del desempleo.

Además, la tasa de inactividad de las madres adolescentes fue del 32,7 %, frente al 30,82 % de inactividad de aquellas que fueron madres en la etapa adulta.

Sumado a esto, las mujeres que tuvieron un hijo en su adolescencia percibieron menores ingresos frente a aquellas que fueron madres un poco después y recibieron 23,5 % menos ingresos anuales, 7,9 millones de pesos anuales en promedio, frente a las mujeres que fueron madres en la etapa adulta, que recibieron 10,4 millones anuales en promedio.

En términos de educación, el estudio del Fondo de Población encontró que las mujeres que fueron madres entre los diez y los 19 años alcanzaron menores niveles educativos, pues solo el 13,8 % de ellas lograron continuar con sus estudios. Además, solo el 12,7 % de las madres adolescentes alcanzaron una formación técnica o tecnológica, solo el 0,6 % logró una educación universitaria y solo el 0,5 % logró realizar un posgrado.

Las cifras en mujeres que fueron madres en edad adulta son un poco mejores: 25,43 % de ellas lograron formación técnica o tecnóloga, 2,38 % formación universitaria y 0,74 % formación de posgrado. Las brechas por nivel educativo y generadas por el abandono escolar representaron entonces una pérdida de ingresos de 2,2 billones de pesos.

También se pudo determinar que en 2018 fallecieron 82 niñas y jóvenes entre los diez y los 19 años, lo que representa para el país 4991 años de vida potencial perdidos a causa de muertes prevenibles en población adolescente a causa del embarazo.

Así, el Fondo de Población recalcó el alto impacto que tiene la maternidad adolescente en la vida de las mujeres: menor educación, ingresos más bajos, menores participaciones en el mercado laboral, entre otras.

Por eso, el Fondo hizo una serie de recomendaciones para impactar en las distintas problemáticas que trae consigo el embarazo adolescente, por lo que recomendó que el país avance en la implementación de una política pública nacional de infancia y adolescencia, así como en leyes que deslegitimen el matrimonio infantil y que castiguen debidamente el abuso sexual en menores.

Además, aseguró que es importante que el país garantice el acceso a todos los servicios de salud para la población adolescente y que atienda y responda adecuadamente a las demandas relativas a derechos sexuales y reproductivos.

Pero las recomendaciones también obedecen a que el país cuente con estrategias que permitan empoderar a las niñas y a las adolescentes para potenciar sus capacidades y planear un camino de vida distinto a la maternidad temprana, es decir, que se garanticen las opciones y las oportunidades para tener opciones de vida distintas para niñas y adolescentes en Colombia.

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