Cogieron a la vida

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IBAGUÉ. A las 5:00 de la mañana de ayer el patrullero Andrés Alfredo Huertas despertó porque tenía segundo turno, de 7:00 a 2:00 de la tarde. Se encontró con su compañero, el patrullero Esneider Angarita, e hicieron lo de rutina y salieron a cumplir con su deber.
Ambos vigilaban algunas calles del sur de Ibagué en una motocicleta que manejaba Huertas, mientras que Angarita estaba atento al radio de comunicación.
A las 8:40, un compañero de la Central de Radio de la Línea 123 de la Policía Metropolitana de Ibagué, Metib, les pidió que fueran al sector de la Primavera Sur para atender un caso de una mujer en estado de gestación.
Al llegar, les indicaron que estaba en la parte alta del barrio donde el acceso es difícil, pero era una emergencia:
“Cuando llegamos, ella estaba haciendo trabajo de parto en la calle”, dijo Huertas.
El uniformado, quien empezó en el 2011 su carrera de Policía, no había atendido un alumbramiento, pero en la escuela de formación Gabriel González, le dieron algo básico de primeros auxilios.
En el sitio había una mujer que ayudó a Huertas con el proceso, porque la joven, de 17 años de edad, no alcanzaba a llegar a un centro asistencial.
La pequeña fue recibida por el suboficial: “Cogí el cordón umbilical y lo corté con unas tijeras que usan para papel”, dijo.
Pidieron una ambulancia, pero el intendente Villanueva, suboficial de vigilancia de la Estación Sur, al escuchar a los ‘pelaos’, decidió ir con la patrulla.
Entre todas las personas que llegaron a ver lo que sucedía, cargaron a la joven y a la bebé para subirla a la panel en la que llegaron a la Unidad de Urgencias del Hospital del Sur.
El coronel Óscar Antonio Gómez Heredia, comandante de la Policía Metropolitana, se refirió al bonito gesto de sus hombres:
“Es un caso muy importante que sirve de ejemplo para todos los uniformados, y también para mostrarle a nuestra comunidad que la Policía Nacional es una institución comprometida con todos los problemas”, afirmó.
“Detrás de este uniforme verde oliva existe un ser humano. Por eso esperamos recibir lo mismo, ya que a veces nos lanzan piedras, palos o nos maltratan con palabras y no es justo”, precisó el oficial.
El comandante anunció que serían los padrinos de la pequeña y por eso en la tarde de ayer, él y los patrulleros fueron al centro asistencial donde le llevaron algunos detalles a la bebé y la progenitora.
Huertas, a sus 23 años de edad, aún no es papá y por eso fue una experiencia bonita para él:
“Somos seres humanos y no de piedra. Ver el nacimiento de un bebé es muy especial”, expresó.
Finalmente, la chiquita fue un milagro de la vida, y aunque su mamá necesitará mucho apoyo, por ahora contará con unos buenos padrinos en la Policía Metropolitana de Ibagué.

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