Con el agua hasta el techo de zinc de sus casas de madera quedaron al menos 700 familias del municipio de Lloró, en Chocó (noroeste), tras las fuertes lluvias que el fin de semana causaron el desborde de varios afluentes y provocaron inundaciones en más de 10 localidades.
En Lloró, conocido como uno de los lugares del mundo en el que más llueve, los ríos Andágueda y Atrato, este último el más caudaloso de Colombia, irrumpieron en el pueblo en el que sus casi 12.000 habitantes amanecieron el sábado con el agua entre sus viviendas.
En medio del lodo, cerca de 1.000 personas piden hoy ser reubicadas a un sitio seguro ante la amenaza por la ola de lluvias que apenas inicia, mientras que unas 15 familias de ese municipio, ubicado a 45 minutos por tierra de Quibdó, la capital del Chocó, se quedaron sin viviendas.
«Pedimos la reubicación inmediata del corregimiento de Boraudó que se encuentra en el cauce del río Atrato y cuando hay crecientes se ve afectado por su ubicación geográfica. Así se le lleven ayudas a las personas, cuando haya una nueva creciente lo más posible es que lo pierdan otra vez todo», dijo a Efe dijo el personero de Lloró, Freddy Abadía.
Sin casas ni acueducto
Cada año las inundaciones y los deslizamientos de tierra por la temporada de fuertes lluvias dejan a cientos de familias sin vivienda y destruyen la precaria infraestructura de pueblos de esa región como Bagadó, Carmen del Darién, Carmen de Atrato y Riosucio.
Mientras el país mira con preocupación hacia la isla de San Andrés, devastada por el paso del huracán Iota, los habitantes de Lloró esperan las ayudas que el Gobierno prometió para auxiliarlos ante la inclemencia de las aguas que el sábado hicieron colapsar el puente peatonal del pueblo, ubicado sobre el río Andágueda.
«Los niveles de los dos ríos ya bajaron, pero con el paso de las inundaciones al menos unas 15 familias se quedaron sin casas, de esas algunas están en el albergue del municipio y otras se están quedando con vecinos y amigos», agregó Abadía.
La creciente también destruyó la bocatoma del acueducto, por lo que hoy Lloró no tiene este servicio.
Con el agua al cuello
Al menos una decena de municipios resultaron afectados por las fuertes lluvias en el Chocó, uno de los departamentos con mayores índices de pobreza del país, habitado principalmente por comunidades negras e indígenas.
Desde el fin de semana las autoridades han confirmado la muerte de una persona, así como al menos 40.000 damnificados en toda la región por la emergencia.
Este martes, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) advirtió que pueden presentarse más crecientes súbitas o deslizamientos de tierra en al menos 19 de los 30 departamentos de Colombia, incluido el Chocó.
Ante la calamidad, un equipo de la Gobernación del departamento visitó la zona para evaluar las afectaciones de la infraestructura, viviendas y cultivos en el municipio de Lloró.
«Sabemos que la ola invernal solamente está comenzando, tenemos que estar muy alertas. Lo que estamos haciendo es adelantar todos los protocolos establecidos para estos casos, lo que significa que ya el Gobierno nacional activó las ayudas que nos van a llegar en las próximas horas», dijo el gobernador, Ariel Palacios.
El mandatario pidió a las autoridades nacionales inversiones de corto y mediano plazo para «mitigar esta situación que año tras año se viene presentando», como la construcción de muros de contención en algunos municipios, de algunas carreteras y la reubicación de varios corregimientos que «hace mucho tiempo se está solicitando».
“Todos por el Chocó”
Para paliar algunas de las necesidades de los damnificados, varios colectivos sociales iniciaron campañas de donación para recoger dinero y elementos de primera necesidad, y han entregado litros de agua, colchonetas, kits de alimentos, ropa y frazadas.
«Más de diez municipios del departamento del Chocó se encuentran seriamente afectados a raíz de la ola invernal que azota a nuestro país. A través de la iniciativa ‘Todos por el Chocó’ queremos extender la invitación a unirse a nosotros a través de donaciones para que la solidaridad de todos sea la que prime en esta calamidad», dijo a Efe Paola Montoya Rumpf, médica y líder de la iniciativa.