IBAGUÉ. Dos hombres que trabajaban el jueves en una finca del corregimiento de Payandé, sufrieron un ataque de abejas africanizadas que acabó con la vida de uno de ellos.
El caso se registró entre las 9:30 y 10:00 de la mañana cuando Serafín Ávila, y Gustavo Londoño, laboraban en el predio.
Londoño estaba a unos cuantos metros de Ávila, y escuchó al hoy occiso que lo llamaba:
“Lo vi con un plástico, pero los animales estaban sobre él”, manifestó, Londoño, quien iba ayudar al patrón pero también fue alcanzado por los insectos.
Don Gustavo corrió hacía la casa donde vivía Ávila, para salvar su vida ya que como lo dijo él: “Me habrían matado”.
Después de un rato, las personas salieron a buscar a Serafín pero las abejas seguían rondando la finca por lo que tuvieron que quemar algunos de los insectos para poder hallar el cuerpo del hombre que estaba tirado sobre el pasto.
La Policía Judicial llegó a la vereda Caracolí a realizar la respectiva inspección técnica al cadáver, que fue sacado en un carro particular.
Dos hombres de la Defensa Civil viajaron desde Ibagué para controlar las abejas. Mauricio Murillo, socorrista, le dijo a Q’HUBO que Ávila estaba cerca a una palma donde estaban los animales cuando fue atacado.
ENCONTRARON OTRO PANAL
Debido al verano, las abejas africanizadas buscan comida en diferentes zonas, y una de ellas fue la finca ‘Orgullo’ ubicada en la vereda La Flor, localizada a dos kilómetros y medio de la vivienda de Serafín Ávila.
La Defensa Civil llegó al lugar y encontró a por lo menos unas 30 mil abejas que estaban sobre un árbol.
LLAME A LOS EXPERTOS
Cuando observe abejas africanizadas o alguna especie que no pueda controlar, debe llamar a las personas capacitadas. Cada vez que un socorrista de la Defensa Civil llega a atender un caso de abejas, tiene un traje especial y unos equipos adecuados para controlar a los peligrosos insectos. Este fue el traje que utilizaron ayer los socorristas de la Densa Civil.
EN CIFRAS: 2000 picaduras, por lo menos, tenía el difunto.
NO OLVIDE: Ávila murió por un shock anafiláctico, es decir, alergia a la toxina de la abeja.
