Chile deja atrás Constitución de Pinochet e inicia nueva etapa de democracia

AFP – Q’HUBO

Chile decidió acabar con el último remanente de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) en una contundente votación en favor de enterrar la Constitución heredada de ese régimen, para actualizar la democracia del país a partir de un inédito proceso constituyente. 

De manera abrumadora, con un porcentaje que superó los pronósticos, un 78,27% de los más de 7,5 millones de votos registrados en el plebiscito del domingo fueron a favor del «Apruebo» sobre el cambio de la Carta Magna. Un 21,73% votó por el «Rechazo», escrutadas el 99,85% de las mesas.

La participación en la consulta realizada en plena pandemia alcanzó al 50,90%. Es la más alta desde que entró en vigencia el voto voluntario en 2012, y superó a la votación de la presidencial pasada, cuando fue electo el conservador Sebastián Piñera, aunque se esperaba una aún mayor asistencia.

«Estoy feliz con la sensación de que el pueblo por fin hizo escuchar su voz y no se amedrentó por las campañas del terror», dijo este lunes a la AFP, Carolina Martínez, una secretaria de 58 años.

Andrés Castro, de 33 años y desempleado, también celebró: «Estoy muy alegre de todo esto; fue algo que se esperaba hace rato, y por fin estamos haciendo un cambio después de todos estos años».

El respaldo al cambio y el hecho de que la jornada electoral haya transcurrido y finalizado sólo con algunos incidentes menores podrían bajar la tensión hacia los próximos dos años, en los que se llevará a cabo la Convención Constitucional. Sin embargo, no se espera que desaparezcan del todo los brotes de violencia que han acompañado este año de manifestaciones.

«Es difícil que las protestas y la violencia en Chile desaparezcan de manera inmediata a raíz de este resultado. Probablemente, tengamos brotes de violencia pensando en que el gobierno de Piñera se encuentra con un apoyo cercano al 15% y que claramente salió derrotado en este plebiscito», dijo a la AFP Mauricio Morales, experto electoral de la Universidad de Talca.

Este lunes, la Bolsa de Comercio de Santiago abrió con una baja de 1,48%.

La Policía, en tanto, reportó 260 detenidos en las manifestaciones tras el triunfo electoral que se realizaron en todo el país, 62 de ellos en Santiago, por desórdenes y saqueos.

Abandonar la sombra de la dictadura

A partir de ahora, Chile inicia un proceso cuyo primer paso será el 11 de abril, con la elección de los 155 constituyentes que integrarán la Convención Constitucional, de carácter paritario.

Los chilenos también votaron abrumadoramente que este órgano redacte la nueva Carta Magna, en vez de una comisión que incluía también a parlamentarios en ejercicio.

La asamblea sesionará por hasta un máximo de un año y luego, en otro plebiscito -esta vez con voto obligatorio- se ratificará o no la nueva Constitución, que reemplazará a la redactada en 1980 por la dictadura, considerada un impedimento para avanzar en reformas sociales en Chile.

Para Marcelo Mella, politólogo de la Universidad de Santiago, el triunfo del cambio de Constitución inicia un camino nuevo para la democracia chilena, nacida de otro plebiscito en 1988 en el que la población decidió terminar con el gobierno de Pinochet tras 17 años de dictadura.

«Supone abandonar de una vez por todas la sombra de la dictadura en lo institucional y resolver las deudas que tiene nuestra democracia y que terminan convirtiendo el juego político democrático en un juego trivial sin relevancia para una gran parte de los chilenos y chilenas», afirmó Mella.

El nuevo comienzo se da en un país que demostró un amplio consenso en cuanto al camino por el que busca avanzar, menos polarizado de lo que se pensaba.

Josep Borrell, vicepresidente de la Comisión Europea, consideró que «este paso histórico es una oportunidad única para fomentar la unidad entre todos los chilenos, potenciar el diálogo sobre el futuro del país y promover un desarrollo más sostenible, equitativo, cohesionado e inclusivo».

Desplazar a los partidos

Si bien Chile ha vivido 30 años en democracia, las reglas por las que se rige fueron establecidas durante la dictadura. Pero una nueva realidad se abre tras el triunfo de la ciudadanía, destacado también por su respaldo a una Convención Constitucional.

«Es el triunfo del pueblo para el pueblo en una democracia que probablemente es vista por una parte del país como semisoberana, que durante tres décadas se ha construido en un discurso de estabilidad a costa de quitarle soberanía y poder al pueblo», dijo Mella.

Para el analista, esta elección «debe ser interpretada como una reivindicación de la soberanía popular que quiere tener más incidencia en los procesos y desplazar a los partidos del papel hegemónico que tuvieron por tres décadas con el resultado de mantener el status quo institucional», señaló.

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