IBAGUÉ.“Las apariencias engañan”, dice un adagio popular y eso lo aplicaba muy bien José Peña para poder evadir a las autoridades locales e internacionales que lo buscaban a través de circular roja de la Interpol.
A Bogotá llegó la notificación contra Peña y el grupo de inteligencia de la Policía, descubrió que en Ibagué él estaba haciendo transacciones económicas. Agentes de la Interpol lo ubicaron y le tomaron una foto que enviaron a la capital de la República para hacer la comparación.
Sin embargo, debían estar muy seguros para poder actuar y por eso una patrulla de la Policía Metropolitana lo interceptó, le tomó los datos, y así confirmaron que era José Peña quien llevaba un perfil bajo.
Los uniformados esperaron que el hombre saliera de un gimnasio en el barrio Limonar, zona donde también vivía, y lo cogieron por solicitud del Tribunal de Magistrados de Malta, en Europa, por el delito de conspiración con una o más personas con el fin de vender y comercializar cocaína.
Condena. Peña fue sentenciado a 18 años por la justicia de Malta y por seis años estuvo en prisión, y en ese tiempo aprendió tres idiomas: Francés, italiano e ingles. Una fuente que manejó el caso, contó que el sujeto tuvo un beneficio, pero debía presentarse periódicamente a la justicia de ese país. No le permitían hacer algunas cosas y tuvo que trabajar como obrero.
Cansado de eso, buscó la forma de escapar y hace unos meses llegó a Colombia y luego a Ibagué. Ahora la cosa se le complicó al hombre por haberse fugado.
La prefieren. El detenido es colombo canadiense y no es el primero en ser requerido por la Interpol que se esconde en la capital del Tolima. El coronel Miguel Ángel Botía, subcomandante de la Policía Metropolitana, aseguró que los ‘pillos’ escogen esta ciudad por “ser tranquila, además pensarían que las autoridades no ejercen control y se equivocan”.